A 6 meses de la desaparición del submarino con el villamariense Maroli

Hace medio año, 180 días, que 44 familias no saben qué pasó con los tripulantes del ARA San Juan, el Submarino que navegaba Mar Argentino y con el que perdieron comunicación el 15 de noviembre.

A bordo del submarino diésel eléctrico clase TR-1700 de fabricación alemana iba Víctor Andrés Maroli de 37 años.

Miembro de la Marina desde el 2002 y licenciado en Recursos Humanos para la Defensa con grado de teniente de navío, Maroli se despidió en el puerto de su esposa y sus dos hijas que aún hoy lo esperan.

El único tripulante cordobés del ARA San Juan nació en Villa María. Cursó la primaria en el instituto Manuel Belgrano donde se egresó en el año 1993 y comenzó la secundaria en el Mariano Moreno, pero a los 14 años la familia decidió irse a vivir a Córdoba.

Fue entonces que, en 1995 comenzó a estudiar en la Escuela Superior de Comercio Juan Larrea de Córdoba, para continuar allí sus estudios.

En la ciudad hay compañeros de la primaria que lo recuerdan como un niño estudioso, de excelentes calificaciones y muy aplicados.

Más: Una prima de Maroli lo recordó en el programa PPP de Canal 13 el 26 de noviembre y pidió explicaciones al Gobierno.

Desde el 15 de noviembre el padre de Víctor, Antonio Maroli de 88 años de edad espera un llamado desde su vivienda en Córdoba capital.

Mientras su esposa, Laura Albanese y sus dos hijas, aguardan información en Mar de Plata, donde vivían con Víctor desde hacía dos años.

La desaparición del ARA San Juan

El submarino estaba en operaciones desde los años 80. Perdió contacto con la base el 15 de noviembre cuando navegaba desde Ushuaia, en el extremo sur de Argentina, hacia su base en Mar del Plata, 400 kilómetros al sur de Buenos Aires, tras participar de un ejercicio de adiestramiento.

El día que desapareció el comandante del ARA San Juan informó que había sufrido una avería a raíz de la entrada de agua a las baterías a través del snorkel -el dispositivo por el cual el sumergible toma aire de la superficie para operar sus motores-, pero que el incidente había sido resuelto. Horas después se registró una explosión cerca de donde se había perdido contacto con la nave, publicó La Voz del Interior.

Una de las hipótesis que se barajan es que el submarino se hundió y sufrió una implosión o colapso.

La búsqueda

Sólo una embarcación continúa buscando al Submarino. Se trata de un destructor argentino que barre el fondo marino.
Durante los últimos cinco meses 18 países participaron de la búsqueda. Rusia fue el último en retirarse.

Por pedido de los familiares de los 44 tripulantes, el Gobierno decidió abrir una licitación para que una empresa privada se encargue de la búsqueda.

El miedo de los familiares es sobre el tiempo. En los próximos días comenzara a bajar las temperaturas durante varios meses, característica que dificulta el trabajo de las embarcaciones y la tecnología que participe del operativo.

Justicia

A través de comunicados, las autoridades han descartado que el submarino haya sido objeto de un ataque por parte de una flota extranjera mientras intentaba detectar embarcaciones de pesca ilegales.

Este martes, el exjefe de la Armada Marcelo Srur debe declarar en el Congreso frente a la Comisión que investiga la desaparición de la nave.

Srur fue desplazado luego de que el gobierno abriera un sumario interno en la fuerza.

Mientras, familiares de los tripulantes son querellantes en la causa judicial que busca determinar qué ocurrió y a la que se incorporó una auditoría de fines de 2016 que indicó que el sumergible sufría una treintena de fallas, algunas preocupantes.

Marchas

En la ciudad de Mar del Plata, donde está la base naval, se concentran durante toda la jornada parte de los familiares para hacer oír su reclamo con banderas y pancartas.

Otros familiares pusieron como punto de encuentro el Congreso en la ciudad de Buenos Aires.

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