A pocas horas de la medida de fuerza lanzada por gremios docentes en el comienzo de clases en Córdoba y otras provincias, el secretario general del departamento San Martín de la UEPC, Carlos Andrada, pronosticó un elevada adhesión del cuerpo docente y disparó munición gruesa contra las instituciones de gestión privadas a las que tildó de “gorilas”, al mismo tiempo que denunció situaciones de irregularidad con respecto al pago de sus maestros.
“Este es un conflicto que viene del año pasado y en comparación con el último paro del año pasado ya podemos pronosticar una abismal diferencia de adhesión a partir del bajo aumento ofrecido y del incumplimiento del acta acuerdo firmado con el gobierno. En base a las asambleas con delegados departamentales que realizamos entre semana el porcentaje estimativo de adhesión oscilaba entre un 90 y 100 %”, precisó.
Contra las privadas y los “gorilas”
Respecto de la situación de algunas escuelas de gestión privada que en algunos niveles dictarán clases, Andrada se manifestó irónico al plantear que existen las mismas carencias y diferentes posturas. “Yo me pregunto: si los sueldos en esas escuelas son iguales o en muchos casos más bajos que los de la pública, porqué sigue habiendo adhesión irregular en sus docente. Porqué un maestro el mismo día da clases en la escuela privada y en la pública no”.
En ese sentido, el gremialista calificó de actitud “gorila” a aquellos que toman la decisión de traer un suplente para cubrir al docente titular: “es anticonstitucional no dejar ejercer el derecho a la huelga a los docentes amenazándolos con descontarles el día y luego pagarle al reemplazo”. Además, Andrada consideró que se dan otras irregularidades. Con el aumento que se acuerda ese sector recibe un volumen importante dinero; sin embargo a los suplentes que trabajan todo un mes les pagan 22 días porque no les reconocen ni sábado y domingo.
Finalmente explicó que “las autoridades de esas escuelas entran en una competencia estéril sobre la cantidad de días de clases, como si trabajar dos días más fuera sinónimos de calidad educativa”. Al mismo tiempo que aceptó que la única forma de revertir ese panorama es “generando denuncia de esas irregularidades y concientización en aquellos docentes que durante muchos años ejercieron su libertad de adherir a una huelga”.
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