Los niños del Teatro Estable presentan sus obras

La Escuela del Teatro Estable Villa María, que funciona en las inmediaciones de El Globo Rojo Club de Arte, presenta las obras “Los principitos” y “Casa embrujada”, generadas por los más pequeños de la institución.
Los protagonistas son niños de entre 5 y 11 años que se animan a mostrarle al público lo transitado durante el 2014 en el Taller de Teatro de Niños.
Los niños-actores son Martín Aquino; Guadalupe Becerra; Agustina Cano; Sara Conti Bompresi; Paloma Escudero Suáres; Paulina Ferretti; Josefina Galloso; Juana González Pastor; Romina Pérez; Trinidad Rodríguez Balcaza; Pía Rossi; y Maicol Vietto.
La musicalización en vivo está a cargo del pianista Jeremías J. E. Jalil. Mientras que, el proceso de exploración y creación fue acompañado por las profesoras Florencia Bergia y Paula Pesce, con la coordinación general de Javier Adrián González.
Las obras se pondrán en escena el domingo 23 de noviembre a las 20 en El Globo Rojo Club de Arte (Estados Unidos 281). El valor de la entrada es de $50.

Sobre las obras

“Los principitos” es una adaptación grupal del reconocido texto El principito de Antoine de Saint – Exupéry. A partir de la lectura del texto, el grupo realizó un trabajo de investigación de los personajes y las situaciones, incursionó en el diseño de vestuario y la puesta en escena. Una mañana, los principitos, en el afán de hacer amigos, abandonan su asteroide y su flor para emprender un viaje hacia diversos mundos en los que conocerán el extraño estilo de vida de personajes muy singulares y descubrirán valiosísimos secretos. Una historia sensible y preciosa.
“Casa embrujada” es una creación colectiva surgida de una serie de improvisaciones creadas por los niños. Situaciones, juegos, diálogos, diseño de vestuario y puesta en escena fueron ideados por el grupo. Cuatro hermanos deciden enfrentar sus miedos y aventurarse en una casa para confirmar las versiones de una leyenda popular en la que se cuenta que la habitan fantasmas. Los fantasmas viven situaciones de la cotidianeidad y sufren de hambre, mientras esperan que aparezca algún humano para meter en la olla. Una historia divertida con un final inesperado.

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