Piden prisión perpetua para la viuda de Espósito y su cómplice

El fiscal de Cámara Francisco Márquez pidió una pena de prisión perpetua por homicidio doblemente agravado, tanto para la exmujer de la víctima. Nora Abelleira, como para José Deheza, el otro acusado.

Para la mujer, el delito endilgado es partícipe necesario del homicidio agravado por el uso de arma de fuego y la promesa de pago, entendiendo que fue quien mandó a matar a su concubino. Para el hombre, quien dijo ser parapsicólogo, se pidió la misma pena por considerarlo el autor material del hecho.

También se los juzga por hurto, coacción y amenazas.

El juicio por el homicidio de José Enrique “Quique” Espósito (52), asesinado de dos tiros en la cabeza en su casa de barrio Costa de Oro de Villa Nueva, llegó a su momento final, el de los alegatos y sentencia, previstos para este jueves 18 de junio.

Finalmente, debido a la extensión de los alegatos, se decidió pasar la sentencia para este viernes 19 de junio.

El proceso se inició el 18 de mayo y pasaron 10 audiencias con cerca de 30 testigos. Hubo cruces entre las partes, los abogados, los testigos y los acusados.

Estuvo repleto de datos al menos curiosos en torno a la muerte y los bienes del empresario lácteo.

Por el crimen están acusados la viuda, Nora Lilian Abelleira (57), señalada como la idéologa de todo para quedarse con dinero, y el parapsicólogo José Deheza (50), supuesto sicario que ejecutó a la víctima en su casa.

Tanto uno como otro negaron tener relación con el crimen y dieron detalles de lo que supuestamente hicieron esa noche del 17 de junio de 2011.

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Alegatos

La audiencia final comenzó a las 10:00 y minutos más tarde inició el alegato de Marquez, que se extendió hasta pasadas las 14:00.

Para el resto de la tarde debían oirse los alegatos del querellante José Bertoldi, y los defensores Eduardo Rodriguez y Juan Rusconi.

Se espera que la definición del jurado popular llegue en horas de la noche.

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Ver también:

El parapsicólogo, la viuda, los millones y las sospechas.

Una fortuna familiar, evaporada entre manejos poco claros.

Foto: Archivo.

 

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