Eran las 23:20 horas, y en el escenario del Anfiteatro se anunciaba la presencia del español, lo que hizo que la gente que esperaba por él comenzara aplaudir incesantemente.
En su nueva gira por el país, el punto de partida fue Villa María. En el regreso al escenario local, José Luis Perales fue ovacionado por el público, en un anfiteatro rebosante.
Los acordes de “Y me marché contigo” marcaron el inicio del show. Le siguieron “Me llamas”, “Al otro lado de las montañas azules”, “Si”, Quisiera decir tu nombre” y “Alma”.
Si bien se notó un recital intimista, de emociones a flor de piel y hasta por momentos tristes, el cantautor se refirió a que sus canciones tenían un tono melancólico porque “las escribe cuando se va al campo y allí es otoño”; lo que fue el preludio para su “Canción de otoño”.
Lo nuevo se mezcló con sus clásicos de siempre. Por eso, al son de una que sepamos todos pasaron, también “Amada mía”, “El amor”, “Y te vas”, “Celos de mi guitarra” (con la introducción contando que fue su primer éxito) y “Gente maravillosa”.
Con pocas palabras, pero con toda su música, Perales cumplió con lo que se espera de un artista de su trayectoria. Haciendo hincapié en los éxitos no faltaron “Por qué te vas” y “Le llamaban loca”, en un tono intimista, casi acústico. Le siguieron “Creo en ti”, de lo más nuevo.
Manifestó el amor por suelo latinoamericano al son de “América”, recordando que también al interpretó Julio Iglesias.
“Y cómo es él” fue una de las más esperadas, y no decepcionó. “Balada de una despedida”, “Te quiero” y “Un velero llamado Libertad”.
La nostalgia dijo presente sobre el escenario durante más de una hora; y los incondicionales de José Luis Perales fueron felices.
Fotos: Martin Llampayas
