“¿Qué opinas si te digo que podes ser lo que siempre quisiste?”, Le preguntó una mamá de Villa Nueva a su hija.
“Yo sería la nena más feliz del mundo, yo me siento nena”, le respondió la menor de edad.
Y siguió: “¿Me puedo poner un nombre?”.
“Claro que sí”, respondió Valeria, su mamá.
Ocurrió en el mes de abril, cuando comenzó la transición para llegar a concretar, hace días, los primeros trámites en el Registro Civil de Villa Nueva. Allí le otorgan la identidad a la primer niña trans de la ciudad, afirman desde la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgeneros (ATTTA).
Desde el primer momento, la familia fue contenida y asesorada por la Asociación Infancias Libres de Buenos Aires, ellos acompañaron a la menor de 10 años para poder concretar su cambio de identidad.
En el ámbito local, Fanny Bustos Coordinadora General de ATTTA en el departamento San Martín manifiesta el interés colectivo de que se visibilice lo acontecido, “Hay muchas madres y familias que están luchando para que sus hijos puedan empezar a vivir una niñez trans”.
Por su parte, la psicóloga que acompaña el caso, Viviana Larroque, indicó que hay muchos casos similares en la ciudad, de menores de edad que desean cambiar su identidad, pero con padres temerosos.
A principio de año comenzaron los trámites en el Registro Civil con dificultadas por desinformación. El caso nunca llegó a judicializarse, eso sucede cuando una de las partes –madre o padre- no está de acuerdo, pero no fue el caso aquí.
La semana pasada se realizó la rectificación de la partida de nacimiento de la menor, se pidió otra con su nueva identidad y una vez que se concrete ese trámite, podrá realizar su Documento Nacional de Identidad en la oficina local.
Aunque la mamá de la menor, Valeria, indica que hay mucha ignorancia y desinformación.
“Ella puede ser libre, puede salir a la calle como quiera”
“Desde que comenzó a expresarse, a ella le gustaron las cosas de nena”, cuenta la mamá, que oservaba a su hija en los juegos y frases que utilizaba. Luego, desde los 4 años, renegó de su genitalidad. ¿Por qué yo tengo esto si yo soy nena?, le preguntaba.
Al poco tiempo, Valeria conoció el caso de Luana, la primera niña trans del país y comenzó a informarse para llevar la situación en familia.
Valeria cuenta que tomó la situación de forma natural y que sólo fue un cambio de ropa. A quien le costó más la decisión, fue a su papá.
La niña asiste al mismo colegio desde su escolarización y fue aceptada por sus pares con total naturalidad y respeto, “porque ella jamás demostró algo que no era”, cuenta la mamá.
Al punto de que cuando las maestras la llamaban por el nombre anterior, los compañeros la corregían e indicaban su actual identidad. Hasta compañeras de la escuela, junto a sus madres, le alcanzaron ropa para renovar todo su vestuario.
Hay cuestiones cotidianas, como el uso de un baño, que requieren de una decisión social.
Desde el colegio le indicaban que debía ir al baño de maestras, a lo que la mamá se negó. Luego de dialogar, las autoridades cedieron y ahora sólo depende de la decisión de la menor a qué baño desea ingresar.
Valeria agradece la contención de la Asociación Infancias Libres, a la psicóloga Larroque y el equipo de ATTTA, pero reniega que en la ciudad no haya especialistas en niñez trans, desde la medicina, la justicia y la atención.
Larroque indica que desde su lugar, están trabajando para que se capacite a toda aquella persona que está en contacto con menores, “porque hay desconocimiento y al no saber cómo afrontar este tipo de situaciones, es el menor quien queda en riesgo”.
La ley Nacional
Desde el año 2012 en el país existe la ley nacional de género, 26.743 en la que deja expresado los derechos de toda persona que tome personalmente la decisión de cambiar su identidad.
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Foto: ilustrativa