Tránsito: “Hay una falta solidaridad tremenda”

La falta de solidaridad y la justificación de prioridades injustificables son dos conceptos de los que parten las causas del mal manejo y la irresponsabilidad que muestra el tránsito vehicular en Villa María.

José Luis Bernabé tiene a su cargo la escuela de manejo Conducir Bien y afirma que hay generaciones que ya están perdidas por su mala forma de andar en la calle y debe apostarse a educar a los nuevos conductores.

-¿En general, cómo se conduce en Villa María?

-Se maneja relativamente mal. Hay un nivel de imprudencia importante y una falta de solidaridad tremenda. Son ejes a trabajar desde la Educación Vial. Quien empieza a conducir en Villa María se tiene que incorporar a lo que existe y lamentablemente lo que existe no es bueno. Uno trata de enseñarle que hay que manejar teniendo cuidados propios y tratando de cuidarse del tercero, de quien no sabemos cuál es su grado de responsabilidad frente al volante.

-Todos quieren pasar primero.

-Siempre aparecen prioridades para demostrar por qué hay que cruzar en rojo, andar rápido, pasar mal. En cada uno de los que conducen encuentran justificativos injustificables.

-¿Se agrava con otras malas actitudes, como estacionar en doble fila?

-Se corrigió mucho el estacionamiento en doble fila, o pararse frente a un garaje. Sigue existiendo, pero es menor. Son cuestiones que ahora se tienen más en cuenta.

-¿Es posible corregir la situación a esta altura?

-Siempre se está a tiempo de mejorar. Es una cuestión cultural y llevará muchos años.
Hay generaciones que manejan mal y no van a corregirse nunca. Lo decía Juan María Traverso cuando nos visitaba. Hay generaciones que están perdidas. Por eso hay que trabajar sobre los nuevos conductores, para que tengan más respeto y tranquilidad en el uso del volante. Hay que cosas que no tienen sólo que ver con el conducir, sino con el comportamiento social. Hay horarios en los que el tránsito se desborda por lo que se mueve en la ciudad. Hay unos 70 mil vehículos entre motos y autos. Por momentos se vuelve inmanejable.

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