[OPINIÓN] Las autoridades municipales, ayudadas por gremialistas cuya prioridad no es la defensa de los trabajadores, negocian otro ajuste a los magros sueldos municipales. Recordemos que el año pasado, Martín Gill y compañía, rebajaron el poder adquisitivo de nuestros sueldos. Habiendo firmado que el aumento sería igual a la variación del índice de precios al consumidor de Córdoba terminaron descontando el 3% a lo que debían otorgar.
Es decir que se quedaron con el 3% de nuestro sueldo básico municipal. Ahora, estos alumnos adelantados del neoliberalismo, negocian un aumento que no supere lo pautado por Mauricio Macri, es decir el 15% en cómoda cuotas como si fuera la compra de un electrodoméstico. Olvidándose de devolvernos lo que nos sacaron el año pasado.
Para hacer más presentable la cosa piensan mezclar el anuncio con los pases a planta de compañeros que ya ganaron los concursos pero aún no le dan la información. Queremos dejar bien en claro que según establece la ordenanza Nº5510, que regula esos concursos, la información debería haber sido comunicado a quince días hábiles de rendir.
La realidad de los trabajadores
También debería darse cuenta que no puede continuar ignorando la realidad de los trabajadores y trabajadoras facturantes. Algunos de ellos cobran 9.000 pesos, monto del cual deben pagar 1.200 pesos de monotributo. Es decir que se llevan a la casa 7.800 pesos con los cuales deben pagar comida, ropa, alquiler, etc. Esto es explotación y sólo puede hacerse teniendo un ideario en contra de los trabajadores.
Algunos pensaron que Gill no venía con las mismas ideas que practicó antes, cuando fue intendente o cuando fue secretario de gobierno e ideó el doble estatuto del empleado municipal que aún rige. Pensamos que tendría sensibilidad social. Pero si la tiene no le alcanza para contemplar la realidad de los trabajadores.
Allí está la realidad que no nos deja mentir: la antigüedad sigue siendo diferenciada; los facturantes siguen sin aumento; la cantidad de empleado precarizados aumenta a pesar del pase a planta que se darán este año; continúa sin reaccionar ante los casos de violencia laboral; no asume la prevención de la violencia laboral, el acoso; teme abrir el diálogo con la UTEM que reclama por los derechos de los trabajadores. Necesitamos sueldos dignos que alcancen para comer.
Jesús Chirino, secretario general de la Unión de Trabajadores Municipales (UTEM)