Los ataques denunciados se produjeron en la mañana del jueves, poco antes de las 8, en una de las bases del campamento que bloquea el ingreso de camiones hacia la planta multinacional de Monsanto sobre la ruta A88 en Malvinas Argentinas. Entre los golpeados figura Carlos Valduvino, secretario General del Cispren y de Interior de la CTA de la Provincia de Córdoba.
Un camión cargado con aproximadamente 30 personas (hombres y mujeres), que se hacen llamar obreros de la UOCRA, sin el menor aviso comenzaron las agresiones, siendo las mujeres (patoteras de la UOCRA), quienes arremetieron con más furia en contra de las manifestantes, dándoles de golpes con palos, puños y patadas, informó Acta, agencia de noticias de la CTA.
También los hombres fueron violentos, según testimonios de algunas de las víctimas heridas estos patoteros portaban armas de fuego y disparaban al aire en señal de amenaza.
Mientras la patota sindical de la UOCRA (gremio que a nivel nacional conduce Gerardo Martínez, enrolado en la CGT oficialista), se replegaba y se reorganizaba para continuar con los ataques, la Policía de la Provincia de Córdoba, los cubrían y disparaban balas de goma en contra de los asambleístas, describe la agencia.
Pasadas las 10 de la mañana se vivió un momento de intensa violencia cuando la misma patota sindical volvió a arremeter en contra de los acampantes destrozando sus carpas, sus pertenencias, tirando sus alimentos y robando todo lo que pudieron (celulares, notebooks, libros, cámaras de fotos y filmadoras), esta actitud claramente delincuente, fue nuevamente protegida por la Policía que observaba cómplice todos estos atropellos.
En este último ataque en contra de los manifestantes resultaron heridas más de 20 personas, con lesiones de considerable gravedad, entre ellos el compañero Secretario General del Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba (Cispren-CTA), Carlos Alberto Valduvino, quien se encontraba brindando su apoyo a los compañeros y compañeras del acampe.
La violencia fue tal que dejó a su paso mucha destrucción. Sofía Gatica relataba lo sucedido con mucha angustia y dolor, ella también resultó agredida, tal y como sucediera la semana anterior cuando la golpearon y amedrentaron dos sujetos anónimos a la salida de su trabajo, en una clara actitud mafiosa.