Horacio Medina tiene 73 años y es uno de los primeros diez egresados de la Tecnicatura en Prótesis Dental del INESCER. “Somos fabricantes de sonrisas”, dice.
Entre los diez primeros egresados que recibieron título y matrícula está Horacio. Con sus 73 años, estudió y se recibió de varias carreras. Cuando era joven se recibió de Técnico en Periodismo, pero nunca pudo ejercer.
“Después me casé, tuve hijos y salí a trabajar. Después estudie peluquería y después busque una posibilidad de tener una entrada más equitativa con los gastos que tenía y me recibí de gestor”, contó Horacio.
Pero, hubo una profesión que siempre le interesó por ser “muy artesanal”. Así comenzó a averiguar para estudiar Prótesis Dental.
“Cuándo yo decido comenzar en 2019, me entero de que un instituto a nivel provincial la dictaba. Me acerco a ellos y me interiorizo sobre el tema. Ellos fueron los pilares: Fabiana González y Héctor Soria. Ahí nació el interés más grande y me inscribí”, relató.
Para Horacio, a sus 73 años, la educación es “como terapia, en este momento con todos los momentos de estrés y depresión que se han pasado los últimos años, me permitió sobrellevar todo gracias al estudio”.
El desafío de la virtualidad
Cuando hablamos de informática, Horacio considera que es un “adelanto maravilloso” pero que muchas veces “quita tareas y mano de obra”.
Sin embargo, quiso aprender y realizó un taller gratuito que dictó la Medioteca. Con la pandemia, el cursado y las evaluaciones de su segundo año de carrera fueron todas virtuales.
“No soy un genio, pero si tuve mis dolores de cabeza con algunos apuntes que mandaban en PDF. Pero con el apoyo de mis compañeros, mis hijas, mis nietos y docentes pude hacerlo”, agregó.
Horacio agradece la predisposición de sus docentes: “no faltamos a ninguna clase, los profesores estuvieron a disposición nuestra. Un grupo maravilloso de profesionales odontólogos y técnicos, que se perfeccionaron junto con nosotros, porque se tuvieron que adaptar y colaboraron”.
Sigue capacitándose y quiere trabajar
Luego del cursado de las prácticas, Horacio se recibió junto a sus compañeros y ya realizó otro curso de capacitación.
Sobre lo que viene, adelantó: “quiero trabajar, mientras la vida, el tiempo y la salud me lo permita. Esto no lo hice por placer sino para poder trabajar y ofrecer mis servicios”.
Horacio destacó el acompañamiento de sus compañeros: “me han enseñado y me han hecho sentir joven. Gracias a Blanca, Anita, Sharon, Flor, Verónica, Ariana, Rocio, Alondra y Alejandro”.
La necesidad de un laboratorio propio
Lo más importante de la profesión es la parte práctica, contó el reciente egresado y detalló la principal problemática de la carrera.
“Lamentablemente la parte gubernamental no nos apoyaba en la creación de un laboratorio. Lo ideal sería que en el futuro se cree un laboratorio para que el alumnado tenga la posibilidad de practica en los propios institutos”, explicó.
“Necesitamos que el Ministerio de Educación haga caminar la profesión, ayudando al estudiantado, creando un laboratorio, creando una buena comunicación para que los profesionales cada día sean mejores”, dijo.