Por José Naselli (*).
1º acto: 16-04-2009 El “huevo” de la serpiente.
Eduardo Accastello remite nota al Arquitecto Julio De Vido solicitando el “financiamiento” de la obra “Remodelación del Anfiteatro”. Explica que nuestro Municipio se encuentra asociado al Eninder, persona jurídica, integrada por 47 municipios del centro de la Provincia. Y agrega que “es intención del Municipio” que la obra sea ejecutada por dicho ENTE “…por ser éste un Organismo Público de 2º grado, extensión de nuestro propio Estado Municipal” (SIC).
Termina solicitando un “anticipo financiero” equivalente al 20% del presupuesto definitivo de la obra.- Nunca se conoció respuesta alguna.-
2º acto: 12-06-2009 Remodelando
Abel Claudio Fatala (Subsecretario de Obras Públicas) dependiente del Secretario José Francisco López (alias “Lopecito”), firma un convenio por el cual, la Nación se compromete a enviar al Municipio $ 19.443.246.98 para la obra. Se estipula un anticipo del 20%, y que el Municipio tome a su cargo “…todas las tareas inherentes a la administración y ejecución de la obra, como responsable “exclusivo” (sic)”.-
No se menciona al Eninder en ninguna de las cláusulas del convenio-
3º acto: 2-10-2009 La componenda
A pesar de que el Eninder no figuraba en el Convenio firmado con Fatala, Accastello en su rol de Intendente, y Pedro Javier Pretto (entonces Vicepresidente del Eninder, hoy diputado nacional por el PRO), acuerdan nomás que el Ente realizaría la obra. Allí se deja constancia de que la Nación aportaría la suma ya mencionada, ($ 19.443.246,98) y “…que el Eninder “…tendrá a su cargo todas las tareas inherentes a la ejecución de la obra…”.-
Asimismo, el municipio se obliga a transferir al Eninder “…el anticipo financiero equivalente al veinte por ciento (20%)…” (Sic).-
4º acto: mayo 2012 Y la platita…¿Para cuándo?
Llega al Tribunal de Cuentas orden por $1.256.431.- a favor de Eninder para pagar un “certificado Nº 1” de la obra “Remodelación del anfiteatro”. Se la “justifica” agregando los dos convenios arriba referidos. Se aclara que se trata de un adelanto de fondos propios hasta tanto Nación remita los fondos convenidos.
Naselli y Maristany advierten que la Nación no ha autorizado o consentido que el Eninder se haga cargo de la obra. El convenio entre Accastello y Pretto es una mera componenda (o sea, chanchullo, enjuague), dirigida a burlar el texto y el espíritu del convenio con la Nación, sustrayendo el dinero de los vecinos al control del Tribunal. Por eso la Orden es rechazada.-
5º acto: “El cambiazo”
Accastello insiste en que el dinero se envíe al Eninder. ¿Qué había pasado? Muy simple: La Secretaria Navarro Alegre con la colaboración del entonces Presidente del Tribunal Carlos de Falco, introducen con sigilo y disimulo un nuevo ejemplar del convenio “Nación Municipio”, (firma de Fatala incluida) donde aparece el Eninder como el ejecutor de la obra. Mediante este simple pero repudiable ardid, Accastello derivó a Eninder más de 10 millones de pesos, que solamente él y sus allegados saben como se gastaron.-
6º acto: “Las “huellas” de la fechoría”
Lo que no tuvieron en cuenta los partícipes de esta felonía, es que sus “huellas digitales” iban a quedar claramente pegadas donde menos lo esperaban.-
Porque la “componenda” entre Accastello y Pretto habla de un anticipo del veinte por ciento (20%) Y el convenio introducido clandestinamente habla de un anticipo del quince por ciento (15%). O sea, tendrían que explicar cómo resulta posible que un documento público que fundamenta y certifica un negocio de millones y millones de pesos, pueda ser enmendado, reformado, rectificado, retocado, variado y hasta “desaparecido”.
Claro que para que esto suceda, tendríamos que tener jueces con los cojones suficientes para investigar, citar, preguntar, cotejar. Y en su momento condenar Y eso, en Villa María, parece que no existe.-
Epílogo: (De “letrados” y “aves negras”).
Cuando Accastello le escribe a De Vido diciendo que el Eninder es una “extensión” de “nuestro propio Estado Municipal”, está falseando adrede el concepto legal de lo que es un Municipio. Por este solo aserto, tendría que haber sido sometido a juicio político y destituido. Ningún municipio posee “extensiones”.o “sucursales”. Cuesta creer que ninguno de sus abogados asesores se lo haya hecho notar Y que tampoco fue advertido por los “juristas” del Ministerio de Planificación.
Cabría preguntarse. Si el Eninder, según Accastello, era parte integrante del Municipio, ¿Por qué no permitió que el Tribunal de Cuentas lo audite?
Finalmente, sabemos que Naselli y Maristany encomendaron al exdiputado nacional Jorge Valinotto que ubicara el convenio Municipio.-Nación que disponía un anticipo del 20%, en los archivos del Ministerio.
Luego de una dificultosa búsqueda se comprobó que el mismo había “desaparecido”, y en su lugar se encontraba un convenio similar excepto en dos detalles. El “anticipo” bajaba al 15%, y la obra podía realizarse “a través del Eninder”.-
Si algún día un Juez o Fiscal citara a los protagonistas de esta tragicomedia (De Vido, López, Fatala, Accastello, Navarro, De Falco y Pretto) y se preocupara por conocer la verdad, quizás nos encontraríamos con mas sorpresas.-
(*) Ex tribuno de Cuentas de Villa María.