¡La sangre de mi hijo reclama Justicia!

Por Noemí Bongiovanni (*).

La justicia se aboca a investigar el narco menudeo, dejando de lado la preocupación de saber de qué forma mueren los jóvenes. Las dos cosas van de la mano. Las drogas sintéticas y la muerte. Mi hijo murió por abandono de persona cuando sólo tenía 19 años. Y nosotros como familia quedamos destruidos.

La Estancia El Silencio hace honor a su nombre. Se encuentra cuatrocientos metros de la ruta hacia dentro de la montaña, ni siquiera tiene luz eléctrica, sin teléfono ni señal telefónica. Pero sí pileta de verano. Completamente incomunicada y con todos los riesgos y peligros que podamos llegar a imaginar.

¡En ese tétrico lugar, realizaron una fiesta electrónica de 48 horas de duración! Con chicos de hasta 15 años de edad. La mayoría muy jóvenes. Sólo los que vendían eran personas mayores. Donde se consumía alcohol, drogas sintéticas, poper, ketamina, cartón, éxtasis, cocaína y marihuana. El espanto del que ninguna figura oficial quiere hablar.

Pregunto a través de los medios, como así también lo hago a todas las autoridades competentes: ¿Qué hay detrás de la estancia El Silencio? ¿Qué hay detrás del hospital de La Falda, que no tenía ni siquiera una ambulancia? ¿Qué hay detrás de la Policía de La Falda?

Hemos demandados civilmente a quien alquila el lugar, el señor José Luis Saieg, domiciliado en Carlos Paz, quien se encontraba en la fiesta. A los propietarios Marcelo Emilio Montero y su señora María Josefina Varas de Montero, familiares directo de la señora legisladora Liliana Montero.

Los famosos organizadores Mariano Carballo y Cesar Lombardi, imputados por homicidio culposo. ¡Cómo si la muerte de Panchito hubiese sido un accidente!

Todos ellos deberán ser condenados por el Tribunal de Juicio. Deberán responder por el daño moral que nos han causado por la muerte de mi hijo. ¡Quiero que se me den respuestas!

¿Por qué la Justicia duerme sobre más de 100 hojas los tres o cuatro legajos? ¿Por qué no se investiga la causa? ¿Qué hay detrás de todos los todos los responsables? Inquilino, propietarios, policía provincial, hospital provincial.

Señores de la Justicia: ¡La sangre de mi hijo reclama Justicia!

(*) Noemi Bongiovanni, madre de Franciso Mignola, fallecido a los 19 años en octubre de 2014, en una fiesta electrónica cerca de La Falda.

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