Con las altas temperaturas en verano, para muchos, una buena inversión es adquirir una pileta de lona. Las hay de este material o de plástico. En los últimos años, se popularizaron las circulares de anillo inflable, que van tomando altura a medida que se llena paulatinamente de agua.
Pero las lluvias, las hojas, la tierra y otros factores hacen que limpiarlas y renovar el líquido sea un trámite engorroso, además del derroche hídrico.
Pero mantener el agua de la pileta es posible, con sólo agregarle algunos productos químicos y limpiarla de la basura que precipita en la superficie. Para ello, necesitaremos:
• Cloro: en pastillas dentro de una boya es suficiente para las de poca capacidad. También pueden conseguirse las de “triple acción”, que combinan alguicida y clarificador. Si la pileta es bastante grande, se puede reforzar el cuidado incorporándole cloro líquido de manera diaria.
• Alguicida: este producto evita la formación de verdín y hongos, que se evidencian en el color que toma el agua y en lo resbaladiza que se torna la base de la pileta. Lo ideal es aplicarlo cada dos días, respetando las indicaciones del envase.
• Clarificador: provoca que la mugre se vaya al fondo, facilitando la posterior limpieza. Se coloca por la noche, para poder retirar los restos al día siguiente.
• Limpiafondo: Es uno de los elementos de mayor utilidad, ya que permite retirar la tierra y suciedad que se precipita. No se arriesgue con los artefactos caseros; que lo harán trabajar más con menores resultados. Lo mejor es adquirir uno.
• Cobertor y sacabichos: no son imprescindibles, pero ayudarán a mantener a la pileta libre de hojas e insectos desagradables.
• Filtro: si la pileta lo posee, hacerlo funcionar un par de horas por día, y cambiarle el cartucho todos los meses. También se lo puede limpiar.