El 15 de noviembre del 2017, la desaparición del ARA San Juan en el mar argentino conmovió a todo un país.
Pero detrás del hecho, hay familias que aún no encuentran sanar el dolor de saber que es lo que pasó con sus hijos, hermanos y parejas.
Eran 44 los tripulantes del navío que patrullaban el océano y de los que aún hoy, a un año, no se sabe nada.
El villamariense
Entre ellos, había un cordobés nacido en Villa María. Se trata de Víctor Andrés Maroli de 37 años, teniente de navío.
Antonio Maroli es el padre de Víctor y vive en barrio Sarmiento, en la capital provincial.
En declaraciones a El Diario, había comentado que que su hijo cursó la primaria en el instituto Manuel Belgrano y comenzó la secundaria en el Mariano Moreno, pero a los 14 años se mudó a Córdoba y la terminó en un colegio de la capital.
Maroli en el Belgrano
Víctor está desde 2002 en la Marina y que en 2006 se licenció en Recursos Humanos para la Defensa con el grado de teniente de navío.
Ver: Angustia familiar por el villamariense que está en el submarino ARA San Juan
Un homenaje
La desaparición del ARA San Juan también conmovió a ciudadanos de todo el país. Tal fue el caso de Aldo Ernesto Bertolini, un vecino de Villa María.
Bertolini forma parte de la Agrupación de Maquetistas de la ciudad y transformó su emoción en un homenaje para el ARA San Juan.
Ver: ARA San Juan: Un homenaje desde la emoción
Fue así que construyó una maqueta del submarino. Es una réplica en miniatura y mide 69 centímetros de largo. En diálogo con Villa María Vivo dijo que el submarino real medía 69 metros.
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Banderas y Tatuajes
Otros homenaje también realizaron distintos villamarienses.
En barrio Lamadrid, en calle Corrientes al 1900, en el frente de una vivienda colocaron una bandera Argentina con el número 44 abrazando al sol del centro.
También, un vecino se tatuó el ARA San Juan. “Es un homenaje a los 44 héroes. Me siento orgulloso de ellos y de los que nos cuidan día a día sin saber si volverán”, comentó a Villa María VIVO! Alexis después de dejar esa marca indeleble en su piel.
Ver: “Me siento orgulloso” dijo, y se tatuó el submarino en la espalda
