Opinión:
En los últimos días, y luego de la situación de desabastecimiento de combustible que afecta a algunos lugares del país, determinadas personas me han acusado a mi y al sector al que pertenezco de promover esa problemática. Creo importante hacer algunas reflexiones al respecto:
En primer lugar, quienes comercializamos combustible en nuestras estaciones de servicio de ninguna manera podemos intervenir con el stock disponible o especular con el mismo. Creer que eso es posible es tener un profundo desconocimiento sobre cómo funciona el sector energético en Argentina.
En nuestro país se produce y refina casi el 80% de los combustibles que el mercado interno consume, el resto se debe importar. Razón por la cual, se requieren divisas para adquirir estos combustibles en el extranjero. A su vez, toda la cadena de comercialización se encuentra bajo un esquema de precios regulados, especialmente por la intervención de la empresa estatal YPF.
Este es un problema crónico de nuestro país. Hace años que tenemos continuamente ciclos de desabastecimiento o problemas de stock que se solucionan con parches o medidas de urgencia y que nunca son abordados de forma estructural. No hay políticas a largo plazo ni mirada estructural.
En esta oportunidad, hace más de cuatro meses que la provisión de combustible a las estaciones de servicio por parte de las empresas petroleras viene presentando problemas derivados de ciertos déficits que el sector tiene a causa de la situación macroeconómica, especialmente por la falta de divisas para financiar ese 20% de combustible que nuestro país sigue importando.
En ese sentido quiero repetir lo que digo siempre: las estaciones de servicio son el último mostrador de la energía en Argentina. Cuando algo funciona mal en el sector son las estaciones las primeras en sentirlo. Pero eso de ninguna manera implica que son los estacioneros los responsables de esos problemas. Nosotros vemos los síntomas antes que nadie, pero las causas estructurales hay que buscarlas en la cadena de producción o en la macroeconomía. Echarle la culpa a las estaciones de servicio por determinados faltantes de combustible es cómo responsabilizar a los hospitales cuando faltan insumos médicos. Es sencillamente ridículo.
El sector al que pertenezco hará siempre su aporte para normalizar el mercado energético y contribuir al bienestar económico y el desarrollo del país. Lamento que algunos hayan intentado usarnos de chivo expiatorio promoviendo teorías conspirativas con trasfondo político.
Para resolver los problemas que atraviesa el sector energético es necesario discutir un plan energético serio y consensuado, que le dé a todos los actores del sector la posibilidad de desarrollarse y potenciar sus capacidades.
Gabriel Bornoroni
Presidente de la Federación de Expendedores de Combustibles y Afines del Centro de la República