[FOTOS] El resultado no, hoy lo de menos. Su visitante de lujo, Atenas, se adueñó del épico partido por una amplia diferencia en el tablero 98-64 que solo sirvió para la anécdota, y se llevó la copa “Aniversario 148° de Villa María”. El “León” estrenó una coqueta tribuna y refuerzos.
La excusa fue inaugurar su flamante grada con capacidad para alojar a 400 personas, que se vio repleta. Un buen síntoma. Además exhibió nueva iluminación. Motivos suficientes para que el múltiple campeón de liga nacional diga presente.
El gran marco de público asociado al universo de la redonda anaranjada se mostró exaltado, y deliró ante la primera volcada de Leandro Mateo. Consecutivamente el local consiguió un triple por intermedio de Santiago Iglesias y el comienzo simulaba ser perfecto.
Compenetrado al máximo. Ameghino le imprimía oficio, y por el contrario el “Griego” buscaba un cotejo amistoso. Así transcurrieron los primeros cuartos. Con Bruno Labaque y compañía alimentando el espectáculo. Saludable.
Claro, hasta que expuso su chapa. Quizás arrasado por el ímpetu del local y no tanto por ambiciones propia. Decidió cerrar su defensa (ya transitando el segundo cuarto) y desde allí el villamariense debió poner demasiado esfuerzo para perforarla, y solo lo logró con éxito en contadas ocasiones.
Padeció los roces. Se diluyó con el paso del tiempo, y le otorgó mayores comodidades a su contrincante que remontó el marcador a base de triples. Su fallida puntería completó el combo y Atenas se alzó con un triunfo estadístico, pero imborrable para el anfitrión.
Progresión: 28-24 / 43-47 (15-23) / 52-72 (9-25) / 64-98 (12-26).
Texto: Agustín Bello / Fotos: Agostina Winter