Hernán José Ferrari y su hijo Gino, continuarán privados de su libertad tras la preventiva dictada por el fiscal de Instrucción del Tercer Turno, René Bosio. Están acusados de coautores del homicidio doblemente calificado de Natalia Mariani, ex esposa y madre de los hombres.
En las últimas horas, el fiscal Bosio dictó prisión preventiva para Hernán y Gino Ferrari, por lo que deberán continuar privados de su libertad.
Padre e hijo están acusados de ser coautores del homicidio de Natalia Mariani, en diciembre del 2023.
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La imputación que pesa sobre ellos es la de homicidio doblemente calificado, por el vínculo y por codicia.
Con la medida preventiva, Hernán y Gino Ferrari continuarán detenidos en el Penitenciario Nº 5 ubicado en barrio Belgrano, mientras Bosio avanza en la investigación.
Según indicó Bosio a El Diario, hubo “planificación previa del hecho, donde ambos realizaron contribuciones recíprocas y, al momento de la ejecución, cada uno desarrolló su rol”.
Codicia y asesinato
Sobre el hecho, Bosio explicó que Gino ingresó a la vivienda donde residía Natalia, su madre, y dio muerte.
La participación de Hernán habría sido la de llevar a Gino hasta el domicilio de Mariani, en Villa Nueva, y esperarlo a que terminara para irse.
“Se revela la mayor perversidad de los imputados, a raíz del motivo que los llevó a obrar, que fue un motivo económico, el lucro que despierta la codicia, esperando obtener del homicidio el dinero y los bienes de la víctima”, dijo Bosio.
El fiscal agregó que previo al asesinato, Gino le había reclamado a su madre la división de una herencia que había recibido.
La ventaja que obtendría Hernán en caso de que Mariani repartiera la herencia, es que una parte de ello le llegaría porque comparten otro hijo que es menor de edad.
El hijo iba escondido
De la investigación trascendieron datos y el relato que pudo reconstruir, y en el que trabaja, el fiscal Bosio.
El principal es que el asesinato ocurrió en la noche del jueves 27, poco mas de 12 horas antes al hallazgo del cuerpo de la mujer.
A las 20:45 horas, Hernán y Gino Ferrari salieron en auto desde la panadería propiedad de Hernán. El destino era la casa de Natalia, que sabían se encontraban solas.
“Cada uno ejecutó su rol de acuerdo a una cuidadosa planificación”, indicó Bosio y agregó que Hernán conducía el vehículo “mientras Gino iba escondido a la vista de terceros, en el interior del auto”.
En el relato del fiscal, sigue que Gino descendió del auto “disimulando su apariencia física, abrigado con un camperón, una gorra y presumiblemente una peluca que le cubría la cara”.
Mientras tanto, Hernán continuó en movimiento en el auto por la zona hasta recoger a Gino, que ingresó al domicilio con una llave suministrada por su padre.
Al ingresar, Natalia fue sorprendida por su hijo y atinó a mandarle un mensaje a su otra hija, comunicandole la presencia de Gino en el lugar.
Heridas fatales
Una vez en el domicilio, se presupone que Gino “sin solución de continuidad y con la firme resolución de quitarle la vida a su madre (…) le aplicó al menos dos fuertes golpes de puño en el sector de los ojos que provocaron su caída y desvanecimiento”.
Tras ello, “completó el brutal ataque armado con un cuchillo de cocina tipo Tramontina (…) con el que comenzó a atacarla infligiéndole múltiples heridas”
El documento judicial, al que tuvo acceso El Diario, detalla que Natalia Mariani recibió cortes en el cuello con el cuchillo de cocina, que luego fue continuado con una cuchilla tipo carnicero.
Los resultados de esas lesiones fueron abrumadores y dieron directo con el paquete vásculo nervioso derecho, ocasionando la muerte.
Seguidamente, Gino Ferrari dejó los cuchillos en la bacha de la cocina y se dirigió a la habitación de Natalia.
Allí se apoderó de 400.000 pesos y 600 dólares del placard, “para darle apariencia de robo”, indica el escrito.
Finalmente se retiró del lugar y se encontró con su padre que lo esperaba en inmediaciones del Parque Hipólito Irigoyen. Se fueron y retornaron a la panadería a las 21.25 horas.
