Este martes 2 de agosto Ricardo Caruso Lombardi se presentó en Villa María para declarar en calidad de testigo en la causa Zoe.
Mantuvo buen trato con todos en Tribunales y se sacó fotos, pero mantuvo hermetismo ante la prensa.
Una extensa declaración ante la fiscal fue parte de su estadía en sede judicial de calle General Paz.
El paso de Ricardo Caruso Lombardi tuvo sus notas de color como gran de parte de todo el proceso mediático de la causa Zoe.
El director técnico de fútbol arribó a Tribunales de Villa María una hora antes de los previsto.
A las 10:00 horas, llegó solo y no habló con nadie, en contraste con su habitual verborragia ante los medios.
Una vez que atravesó las escalinatas, preguntó a los policías del ingreso donde dirigirse, y subió a la fiscalía de Juliana Companys.
En la puerta de Tribunales, explicaron a periodistas que la orden de este martes era que la prensa esperara afuera y no tuviera acceso, como en otros casos, a los pasillos de la fiscalía.
Desde adentro se supo, por publciaciones en redes sociales, que Caruso Lombardi se tomó fotografías con trabajadores del edificio de Justicia y fue muy agradable en el trato.
Antes de intresar a la fiscalía a declarar como testigo, estuvo sentado en el pasillos esperando un largo tiempo.
Se le acercaron algunas personas y su trato fue amable.
Los detalles llegaron de la mano del abogado de Leonardo Cositorto, Guillermo Dragotto, quien reveló:
“Empezamos más tarde, se hizo bastante ameno y hubo problemas con el SAC (Sistema de Administración de Causas) para cargar su declaración”.
Es que la fiscal había comentado que su testimonial se extendió por unas 3 horas y detalló sobre su contrato con Zoe.
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Pasadas las 14:00 horas culminó su declaración y el DT decidió no hablar con la prensa allí tampoco.
De hecho, se estima que se retiró en un auto con vidrios polarizados que no permitió siquiera divisarlo.