El Ejecutivo Municipal de Villa María firmó el decreto a través del que se compactarán 1.500 motos retenidas en controles de tránsito y luego las venderán como chatarra al mejor postor.
La decisión se tomó luego de un proceso de estudio de la situación y la gran acumulación de vehículos nunca reclamados.
Actualmente, la Municipalidad tiene retenidos unos 4.300 vehículos por no cumplir las reglamentaciones de tránsito.
El plan de compactación
“Estamos reordenando las motos porque se pone en marcha un ambicioso plan de compactación para 1.500 vehículos retenidos”, confirmó Eduardo Rodríguez, secretario de Gobierno de la Municipalidad de Villa María.
Semanas atrás comenzó el movimiento de motos entre los diferentes depósitos que alquila la Municipalidad para acumular en un solo los vehículos retenidos en controles de tránsito.
Actualmente la Municipalidad cuenta con tres espacios para acumular motos.
Uno está en Intendente Maciel y Salta, en el barrio Nicolás Avellaneda; el otro en Porfirio Seppey 25, en el barrio San Martín, y el más recientemente incorporado es el de pasaje Juramento y Buenos Aires, en barrio Florentino Ameghino.
“Fuimos seleccionando las motos más antiguas, que nadie ha reclamado”, dijo Rodriguez.
El funcionario explicó que la ordenanza le permite al Municipio enviar a compactación aquellas motos que permanezcan más de seis meses retenidas por infracciones de tránsito.
Sin embargo, en este caso se tomaron unas 1.500 que llevan entre 5 y 6 años depositadas sin que sus dueños las reclamen.
El trámite para seleccionar y compactar esta cantidad de motos llevaría por lo menos hasta fin del año 2021, estimó Rodriguez.
Hay que tener en cuenta que por cada vehículo registrado se debe realizar un trámite administrativo para darlo legalmente de baja.
En el caso de los autos, generalmente son reclamados, por lo que no son muchos los que se acumulan en poder del municipio.
En su caso, también está previsto un proceso de compactación y venta como chatarra, en una segunda etapa.
Porqué vender como chatarra en lugar de remate
Una vez que el municipio logra la compactación de estas motos, se hará una licitación para venderlo todo como chatarra.
La legislación permite, previo a la compactación, la extracción de motores para que sean donados a instituciones que los puedan usar como material de trabajo.
Se trata de entidades educativas, como puede ser el Ipet 49 o los talleres de la cárcel, donde se realizan prácticas de mecánica.
En el marco de este plan, funcionarios municipales mantuvieron reuniones con la Agencia Nacional de Seguridad Vial.
La entidad nacional no solamente acompaña esta iniciativa sino que brindó una gran ayuda al facilitar que todos los trámites ante el Registro del Automotor para dar de baja los vehículos sean gratuitos.
Años atrás se hacían remates de las motos retenidas y se vendían a bajo precio, pero los compradores debían registrarlas nuevamente.
Lo que la experiencia permitió conocer es que muchas personas compraban las motos en los remates, pero luego no las registraban.
De esa manera, cuando eran detenidas en los controles de tránsito, se detectaban que estaban en infracción, y volvían a ser retenidas.
Para terminar con ese circuito, se decidió ir directamente por la compactación de las motos más antiguas y su venta como chatarra para evitar que vuelvan al circuito de retención.