El hecho había ocurrido en 2012, cuando la víctima fue sometida durante dos semanas en un domicilio de avenida Maciel (ex ruta pesada) por parte de tres proxenetas a los que había sido entregada por la fuerza por su ex pareja.
El condenado es Ernesto Adrián Aquino, a quien se le impuso una pena de cuatro años y tres meses de prisión por el delito de trata de personas con fines de explotación sexual agravado por ser persona conviviente. La víctima y Aquino tienen dos hijos en común.
Si bien los hechos ocurrieron en Villa María, el juicio se tramitó en el Tribunal Oral Federal de Santa Fe y se llegó a esta condena por un acuerdo alcanzado por el fiscal general Martín Suárez Faisal y el defensor público oficial Martín Gesino.
Crisis y engaño
Según publica el diario El Litoral, los hechos se remontan a cuando la pareja atravesaba momentos de crisis y vivía en la localidad de Vera, provincia de Santa Fe.
El 25 de octubre de 2012 “decidieron separarse, pero días después él la llamó para decirle que iba a cambiar y le propuso un trato. Entonces Aquino le prometió que para recomponer su relación se mudarían a la ciudad de Río Cuarto, donde él trabajaría de albañil y vivirían en la casa de unos familiares”, relata la publicación.
La entregó a proxenetas
Con promesa de reencaminar la relación, una madrugada se subieron a un micro de la empresa El Norte, llevando también al menor de sus hijos para viajar de Vera a Santa Fe con destino a Río Cuarto, donde supuestamente él había conseguido trabajo.
Pero Aquino interrumpió el viaje en Villa María, donde entregó a la mujer a manos de tres proxenetas que la explotaron durante dos semanas completas, indica la información.
Estas tres personas fueron identificadas como una mujer llamada Fátima y dos hombres llamados Carlos y Pati “que la esperaban en una vivienda ubicada en la avenida intendente Maciel, a fin de que sea explotada sexualmente”.
Encerrada y amenazada
Para la Justicia se acreditó que la mujer fue obligada a ejercer la prostitución, “encerrada en una habitación la mayor parte del día, manteniéndose su cautiverio durante dos semanas aproximadamente, y recibiendo incluso amenazas de Aquino vía telefónica para que no se niegue a mantener las relaciones sexuales”.
Al cabo de dos semanas, sus captores sacan un boleto de micro y la mandan de vuelta a Vera, pero ella bajó del micro en Margarita en busca de refugio en la casa de su madre. Luego pidió la restitución de su hijo de un año.
Un juez solicitó la detención de Aquino de manera inmediata, pero hubo que esperar hasta el 17 de diciembre de 2012 para apresarlo, porque por la reacción de familiares y vecinos que agredieron al personal de la Policía Federal permitió la fuga del reo por algunos días.
Foto: Archivo.