Investigadores de la Universidad Nacional de Córdoba realizan ensayos de laboratorio para combatir los alacranes a través de un método biológico.
Las cifras son alarmantes, en el año 2016 en Córdoba las picaduras de escorpiones produjeron 1.134 envenenamientos, un 12% más que los registrados en 2015. Es por eso que los estudios tienen como objetivo demostrar el efecto letal que desencadena un tipo especial de parásito al ingresar al cuerpo del Tityus trivittatus, el escorpión más peligroso de Argentina.
Ya se conocieron resultados positivos que son alentadores para el avance científico. En las pruebas realizadas con este sistema de control biológico, el 80% de los alacranes expuestos durante seis días a estos nematodos falleció. El desafío a futuro es llevar el experimento a escala doméstica.
El equipo de investigadores del Laboratorio de Parasitología, dependiente de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNC es dirigido por Camilo Mattoni y Alejandra Bertolotti, y busca probar a través de ensayos de laboratorio, el grado de patogenicidad que provoca un gusano microscópico, nematodo, que vive en el suelo y es capaz de parasitar a diferentes insectos y otros artrópodos tales como los escorpiones.
Estos parásitos ingresan al organismo de los escorpiones a través de sus aberturas naturales, como el ano, la boca o los espiráculos. Los nematodos tienen una relación muy estrecha, una simbiosis, con bacterias que llevan en su intestino. Cuando ingresan a su hospedador liberan esas bacterias en el sistema circulatorio interno del insecto, allí la bacteria se multiplica y libera una toxina que mata al hospedador.
Se trata de un insecticida biológico, ya que tiene el mismo efecto que uno químico, con la salvedad de que es inocuo para los humanos y los animales domésticos.
Posibles usos del hallazgo
Una vez que se supere la instancia de laboratorio, el sector industrial debería interesarse por llevar el hallazgo a escala doméstica.
Otra forma de aplicación podría desarrollarse mediante el diseño de dispositivos ubicados dentro de los conductos cloacales –sitios preferidos por este tipo de escorpión– para que se mojen con la sopa infectiva de nematodos al pasar por allí.
Fuente: Uniciencia
Foto archivo VillaMariaVivo