Personas que habían asistido a un acto de fin de año de una institución se sintieron amedrentadas y amenazadas al momento de retirar sus vehículos estacionados en la cuadra de avenida Hipólito Yrigoyen al 200, donde les exigieron, según contaron a Villa María VIVO, que pagaran 1.000 pesos por vehículo.
Esto fue relatado por un hombre que asistió el martes por la noche al teatro Verdi, donde se realizaba un acto de fin de año del Instituto San Antonio.
Vale aclarar que nada tiene que ver la institución educativa con lo ocurrido a varios metros de la puerta del teatro.
Un mal momento
En comunicación telefónica con un periodista de Villa María VIVO, el hombre contó que había dejado su motocicleta estacionada en el sector delimitado de Yrigoyen y Mendoza, frente a donde supo funcionar una droguería.
El mal momento vivido incluyó también a su pareja, que había acudido en una camioneta y la había estacionado en la misma cuadra.
“Nos encararon con mucha prepotencia, amenazantes, para que le pagáramos. Tuve que poner 2.000 pesos por la moto y por la camioneta para podernos ir tranquilos”, relató esta persona, totalmente indignada.
Otros casos
Tras haber vivido este preocupante episodio, este hombre contó que se comunicó con otros padres y madres que habían estado en el mismo acto, para saber si les había ocurrido algo similar.
Para su sorpresa, se encontró con que otras personas habían sufrido también amenazas y reclamos de malos modos para que pagaran por estacionar sus vehículos en el sector.
Tras lo ocurrido, dijo que este miércoles por la mañana llamó al Municipio para tratar de averiguar si esas personas tenían algún tipo de autorización para cobrar allí.
No hay cobro establecido
Lo cierto es que en Villa María hace varios años que el estacionamiento no está tarifado, pero también es palpable que en algunas cuadras del centro hay personas que toman para sí el cobro del estacionamiento, mayormente con un aporte voluntario de los conductores.
Pero en este caso, por lo relatado, de voluntario hubo poco y se pareció más a una coacción de parte de quienes se arrogan el cobro del estacionamiento a motos y autos en esa cuadra.
El vecino no identificó a ninguna persona ni pudo saberse si esta acción en su contra la emprendió alguien que habitualmente actúe como “naranjita” allí o estaba circunstancialmente apostado allí.
“Pasamos un muy mal momento. Prácticamente se nos ponían delante de los vehículos para evitar que nos fuéramos sin pagar, y con amenazas”, agregó esta persona.