Una vivienda de barrio San Martín se transformó en un basural tras una muerte y un incendio. Hoy los vecinos sufren de olores nauseabundos y de la presencia de roedores. Además temen que otras personas la ocupen.
El 21 de junio un hombre sin vida fue hallado en ese lugar y vivía en condiciones de precariedad. En reiteradas ocasiones lo vecinos habían solicitado ayuda ya que vivía en una habitación muy humilde, la cual se encuentra “entre medio de las malezas, en donde andan roedores y otros animales, los cuales son riesgo para su propia vida y la de los vecinos”. Así lo habían indicado en una carta presentada al Municipio.
Dos meses después de lo ocurrido, piden que se limpie el lugar. Marcela Ferreyra es vecina del barrio y se comunicó con VILLA MARÍA VIVO para expresar su problema que según dijo hace 20 años que la afecta.
Ella vive en calle Cánova al 320. Al lado, se encuentra la vivienda en donde murió Juan Cabrera. “Yo había hecho denuncias y quejado durante muchas veces a la Municipalidad y Defensoría del Pueblo y nunca tuve respuestas”.
Dijo que era por “la basura, alimañias y todo lo que significaba tener alguien que traía basura constantemente, más olor”.
Asegura que no podía estar en el patio de su casa porque el olor “era nasueabundo”.
Después de dos meses de fallecido, afirma que el lugar continúa en las mismas condiciones. “Todavía no limpiaron. Los roedores siguen estando y se viene el calor que hace que los olores y los bichos vuelvan”.
También indicó que hay otras personas intentando meterse.