Día de sentencia en causa por desaparición de villamariense

Después de casi cuatro años de audiencias, el Tribunal Oral Federal N° 1 llegó al momento decisivo del jucio por la desaparición de 716 personas, en el marco de la megacusa La Perla, lugar utilizado como centro clandestino de tortura y detención durante la última dictadura.

Pasaron 581 testigos y son 43 los imputados.

El tribunal está presidido por Jaime Díaz Gavier e integrado por Julián Falcucci (ex fiscal federal de Villa María), José Camilo Quiroga Uriburu y Carlos Arturo Ochoa.

La lectura de la sentencia está prevista para las 11 y se estima que demandará unas dos horas y media.

Una multitud

Se espera a una multitud en las afueras del edificio de Tribunales Federales, en el parque Sarmiento, para seguir las alternativas del fallo. Se podrá seguir a través de una pantalla gigante.

También está dispuesto un escenario, sobre el que actuaría la villamariense Liliana Felipe.

Querellante

Paula Mónaco Felipe, sobrina de Liliana, es querellante por la desaparición y asesinato de sus padres, Ester Felipe y Luis Mónaco, desaparecidos en en Villa María en febrero de 1978.

Paula Felipe declaró en esta causa en octubre de 2012: “Creo que todo lo que hemos hecho muchos hoy está sirviendo. Que esta institución nos abra las puertas es un logro, no solo de nosotros sino también de un gobierno decidido y de una sociedad que nunca se resignó”, dijo en su momento, según se registra en El Diario del Juicio.

Recordó los primeros años de H.I.J.O.S. cuando tenía 17 años y viajaba de Villa María a Córdoba todos los viernes para participar de las reuniones. Allí, dice, encontró “su lugar”.

Recuerda los escraches y afirma que nunca se luchó por venganza, sino “por esto, por lo que no le dieron a mi familia, por Justicia”.

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Búsqueda

Paula relató el derrotero de sus abuelos quienes tocaron todas las puertas para saber sobre su hija y yerno. “El coronel que los atendió negó saber nada y le dijo a mi abuelo Gregorio que probablemente se trataba de un ajuste de cuentas. Una respuesta cobarde que aún hoy como periodista escucho frecuentemente cada vez que hay crímenes de lesa humanidad. Nada nuevo, respuestas cobardes”.

También fueron a pedir a Primatesta que los ayudara desde la institución eclesiástica: “Dijo que sólo podía rezar. Y todos sabemos quién fue este Obispo en Córdoba, amigo de muchos quienes están sentados acá”, dice Paula, en alusión a los imputados.

Paula aprovecha para homenajear la tarea de sus abuelos en la lucha: “Ellos supieron sobreponerse al dolor, seguir y golpear todas las puertas. Hacer todo sólos porque mucha gente los evitaba, los abogados tenían miedo. Ellos tuvieron que hacer convivir el dolor con la fuerza. Y han hecho algo muy importante que han hecho muchas de nuestras familias, crear una coraza para nosotros, los niños, que pudimos tener una infancia muy feliz, yo he sido feliz”.

Fotos: VillaMariaVivo.com.

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