El regreso de uno de sus hijos dilectos no podía significar mejor celebración para la Escuela de Música y Banda Municipal “Ernesto Alfonso Bianchi” de Bell Ville. Anoche festejó su 75 aniversario con un concierto a pleno en el Teatro Coliseo, del que participaron alumnos, profesores, ex directores y exalumnos de todas las edades, entre los que se destacó el saxofonista Julio Botti, llegado exclusivamente para la ocasión desde Estados Unidos, a poco de ser nominado a los premios Grammy Latinos por su trabajo Tango nostalgias.
A los 18 años, Botti se fue a Nueva York y el hemisferio norte se transformó en su parte del mundo, viviendo en México, España y otros países. Nunca de la otra mitad del planeta, donde se inició con la música a los 8 años de edad. “Es un placer compartir este festejo con excompañeros y profesores. En mi comienzo, la banda fue de mucho apoyo, marcó muchos momentos y amigos”, le contó a este diario previo al concierto.
Su carrera fue vertiginosa. De Bell Ville pasó a La Colmena y la Banda Sinfónica Juvenil de Córdoba. Ahora es uno de los nominados a los Grammy. Dice que siente “una sensación muy loca de que el disco pueda ser escuchando por gente de todo el mundo, más con algo tan raro como un saxofonista haciendo tango”.
Radicado en Manhattan, Julio Botti recibió muy de lejos de su Bell Ville natal la alegría por la nominación por el disco grabado en Buenos Aires junto a Pablo Ziegler. Su postulación, junto a del trío Eruca Sativa en pop y rock, pusieron en alto pedestal el talento musical surgido de Córdoba.
Una vez al año, el músico se da una vuelta por su tierra, donde aprovecha para ensayar en la escuela y también toca si se presenta la ocasión. Aunque principalmente sus visitas son de orden familiar. Anoche se reencontró con su gran familia de la banda, excompañeros y exdocentes, que lo recibieron con todos los honores. El Concejo Deliberante local lo declaró vecino destacado, al mismo tiempo que sancionó de interés legislativo los festejos por los 75 años y una investigación de Yanina Mabel Nillia sobre la trayectoria de la banda.
La noche de festejos, por la que pasaron unos 200 instrumentistas, contó también con destacados músicos como Pablo Fenoglio, solista del teatro Colón y la Orquesta Sinfónica Nacional, y Oscar Perdomo, fundador de La Colmena.
Reunir a muchos de los exalumnos fue fácil, contó Rubén Marquez, actual director de la banda infantil. “Te parás en una esquina de Bell Ville y de cada 10 que pasan, dos estuvieron en la banda. Es una emoción para todos volver a las aulas, retomar el contacto con el instrumento”.
Además de formar músicos, la escuela cumple función social de acercar el arte a todos los niños en formar gratuita, permite que cada uno tenga su instrumento, conozca lo que implica preparar un concierto, o simplemente asistir a un teatro. Y hay quienes no quieren dejar por nada la banda. Daniel Aimar, por ejemplo, comenzó a tocar a los 8 años y nunca se quiso ir. Hoy tiene 50 años y sigue siendo uno de los saxos de la banda.
La primera en su tipo
La historia cuenta que bajo la intendencia de Arturo Matterson se encomendó en 1938 al maestro Bianchi la formación de una banda infantil municipal. El 31 de octubre de ese año, se crea por decreto municipal la escuela de música y banda infantil municipal, lo que la transforma en más antigua en su tipo en el país, sostienen con orgullo los bellvillenses. Familiares del fundador Alfonso Bianchi, se llegaron también a la ciudad para participar de las actividades.
En la actualidad, la banda es dirigida por el maestro Rubén Márquez y funciona en tres turnos diarios, brindando educación musical a cerca de 130 alumnos de forma gratuita. Tiene un edificio propio y depende por completo del financiamiento municipal.
Los actos continúan el sábado 2 en el cementerio San Gerónimo con ofrendas florales y el descubrimiento de una placa en memoria de su fundador, y maestros y alumnos fallecidos. Por la noche será la cena aniversario.
Fuente: La Voz del Interior