El padre Pera era “uno de los nuestros” podrá decir siempre todo villanovense que lo haya conocido y se lo haya cruzado por las calles de la ciudad que lo acobijó como un hijo más, y lo quiso como un padre y un hermano.
Quiso el destino que justamente un 3 de marzo Villa Nueva se entere del fallecimiento de José Anselmo Luque, su “Padre Pepe”, y buena parte de la comunidad no hizo más que recordar las anécdotas con aquel “curita de pueblo”, que caminaba por las polvorientas calles de la ciudad, allá por las décadas de 1970 y 1980.
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La fecha coincidió con otro hito histórico para la ciudad, ya que un 3 de marzo, pero de 1891, fallecía José Victorio López, uno de los primeros próceres locales, que incluso llegó a Gobernador de Córdoba allá en épocas del rosismo.
López, cuyos restos mortales descansan en el cementerio San José, fue la primera autoridad local que insistió con la construcción de un templo para honrar a la patrona de Villa Nueva, Nuestra Señora del Rosario.
José Anselmo Luque, fue para muchos el sacerdote que más honró a la Virgen, y que más se recordará por las calles de Villa Nueva durante muchos años.
“El Padre Pepe superó las cuestiones litúrgicas y se adentró en los barrios. En el día a día de los trabajadores. Dejando una huella imborrable en la memoria colectiva de los villanovenses”, relata el historiador local, Luciano Pereyra.
El Padre Pepe había nacido en 1940, en Las Varillas. Fue compañero de seminario del Papa Francisco. Y Villa Nueva fue su primer destino como sacerdote. Él le cambio la vida a muchos villanovenses, pero Villa Nueva también le cambió parte de la suya.
“A mi definime como un negro con la camiseta de Alem”, comentó una vez entre risas cómplices.
Defendiendo siempre la identidad local y el sentimiento localista que se respira en cada cuadra de Villa Nueva.
“Villa Nueva es el único lugar del mundo en donde el cura del pueblo -yo-, el radical Zanotti, el comunista Gessi y el peronista, ‘chiquín’, se juntaron para trabajar juntos. Y así nació el festival del Vino y la Amistad”, comentó una vez, el mismo Padre Pepe.
Precisamente, la Municipalidad de Villa Nueva le hizo uno de los últimos homenajes en vida, años atrás, cuando se reeditó la fiesta y se lo distinguió como “uno de los mejores entre los nuestros”.
Este 3 de marzo de 2020 Villa Nueva despide a uno de sus indispensables. Uno de los referentes comunitarios que seguramente tiene reservado un terrenito, en el gran campo de la historia.
La Municipalidad de Villa Nueva dispuso duelo de tres días y banderas a media asta como señal de luto por el fallecimiento del padre Pepe.
Este miércoles está previsto que el cortejo fúnebre pase por Villa Nueva, y se hará un responso en la parroquia Nuestra Señora del Rosario. Se estima que será entre las 11:00 y 11:15 horas aproximadamente.