Nueve horas permaneció en los Tribunales de Comodoro Py. Casi seis de ellas declarando frente al juez federal Ariel Lijo.
El vicepresidente Amado Boudou fue indagado como imputado en la maniobra para el levantamiento de la quiebra de la ex Ciccone Calcográfica, acusado de negociaciones incompatibles con la función y de haberse quedado con la empresa, no esquivó ninguna de las diez preguntas que preparon el magistrado y el fiscal Jorge Di Lello.
Reiteró que no tuvo injerencia en el trámite de la AFIP que permitió el salvataje; que no conoce a Alejandro Vandenbroele, titular de The Old Fund, la controlante de Ciccone; y pidió especialmente que se investigue el giro financiero para superar la quiebra que tuvo como protagonista al ex banquero Raúl Moneta como uno de los principales aportantes de fondos. Anunció además que pedirá ampliar la indagatoria para abordar “las cuestiones vinculadas a la política” en la causa.
La declaración
La maratónica jornada que comenzó minutos después de las 11 y se extendió hasta después de las 20:30, cuando Boudou dejó el edificio tras una breve declaración a la prensa, marcó la primera de las indagatorias dispuestas por el juez en el marco de la llamada causa Ciccone, que, tras idas y vueltas, fueron adelantadas para esta semana.
En el comienzo de la declaración Lijo leyó los puntos salientes de la acusación que dio a conocer el pasado 30 de mayo, en la que lo acusó de “haber adquirido” Ciccone mediante testaferros para sanear su quiebra y lograr un contrato con el Estado para imprimir billetes. También enumeró los elementos de prueba que obran en el expediente. Las siguientes cinco horas transcurrieron en la exposición del vice, que no ahorró señalamientos hacia Lijo por lo que entendió que fue una acusación “liviana” y poco fundamentada, y recorrió los ejes de la imputación.
El clima dentro del despacho del tercer piso de Comodoro Py fue cordial pero tuvo sus momentos de tensión, con ácidos intercambios. Preguntas, hubo pocas, y recién en la media hora final. “He leído la prueba y me gustaría saber la relación entre la prueba y ser dueño de la empresa.” Así comenzó Boudou su defensa, que por momentos, fue destinada a cuestionar la investigación de Lijo.
Principales puntos
Quiebra: “Tuve nula participación en la decisión de la ejecución fiscal ni injerencia en el expediente del juzgado comercial. De la misma manera, no tuve ninguna participación en el levantamiento de la quiebra. Lo único que hice fue remitirme al dictamen jurídico”, sugerido por el ex director general de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Economía, José Capdevilla, sostuvo Boudou. E hizo un repaso por las constancias del pedido de quiebra que previamente pesaban sobre la ex Ciccone Calcográfica.
“Creo que es evidente que no cometí ningún hecho ilícito o fuera de mi competencia en este trámite, pues sino el licenciado (Ricardo) Echegaray hubiera estado obligado a denunciarlo al tomar conocimiento del mismo”, deslizó el presidente del Senado sobre el jefe de la AFIP, a quien el juez le asignó el rol de testigo, pese al pedido del fiscal para que sea imputado. “Ni influí a favor de ningún plan ni me interesé en el mismo, ni me interesé del trámite concursal”, puntualizó.
Subrayó que la nota de la AFIP en 2010 utilizó la palabra “determinante” en la consulta que el organismo recaudador le formuló al entonces ministro de Economía y recordó que ese plan quedó trunco por lo que Echegaray habrá determinado que su opinión no engendraba una definición concreta. “Un plan pedido no creo que sea ilegal, lo que hubiera sido ilegal hubiera sido otorgárselo. En todo caso es una carga de la familia Ciccone”, indicó el vice.
“Llama la atención cómo estos testigos, los Ciccone, no tuvieron que dar explicaciones de actos formales ni les fuera presentada prueba y documentación para que manifiesten su veracidad o no”, cuestionó, a la vez que volvió a la carga con el tratamiento que el juzgado les dio a quienes, dijo, concurrieron con un “guión armado” sobre lo que en realidad ocurrió.
Dinero: “No ha tenido el señor Moneta ninguna citación ni ningún acto voluntario dentro del expediente”, remarcó. “El señor Moneta (NdR: Raúl, ex banquero) es la puerta de entrada indispensable a la ruta del dinero, ruta poco transitada en esta investigación”, reprochó al juez. “Moneta ha movido decenas de millones de dólares en este expediente y sin embargo, mientras se investigaban pequeñas boletas de teléfono o cable, su accionar jamás mereció la atención en esta causa”, subrayó y puso ejemplos de que no se trataría de un “empresario desprevenido” que no conoce el negocio.
“Lo llamativo es que el juez no merituó la prueba existente, la mayoría de ella contratos y actas ante escribano público”, agregó, y pidió que se analice el rol de Guillermo Reinwick en la operación comercial en la que es beneficiario de las acciones resultantes del entramado societario, que fuera revelado por Tiempo Argentino. Allí nuevamente Boudou cargó contra el juez por haber considerado a los Ciccone víctimas de una maniobra e ironizó: “Generalmente las personas que temen, sobre todo por su familia lo manifiestan muy rápido o lo denuncian. En este caso el miedo maduró durante dos años”.
Alquiler: Sobre el alquiler de su departamento en Puerto Madero, Boudou dijo que le encargó a Nuñez Carmona hallar un inquilino y que firmó un contrato entre ausentes con el abogado Fabián Carosso Donatiello, que vive en España. “El contrato consta y tiene fecha cierta, pues la firma está certificada por escribano público”, contestó el vice, que afirmó que el alquiler se le abonaba en pesos en una cuenta propia.
Por el cambio de titularidad de las boletas telefónicas en favor de Vandenbroele, el vice deslindó conocimiento y sostuvo que podría haber sido el abogado quien hubiera tramitado el alta de un inquilino ausente. También confirmó el vínculo entre su amigo y el titular de The Old Fund. Hubo preguntas relativas a los entrecruzamientos telefónicos en constancias aportadas por el Palacio Duhau sobre dos personas que Boudou dijo no conocer.
Desmintió, a su vez, las reuniones con los hermanos Ciccone en el I Fresh Market de Puerto Madero. “Me parece que el lugar elegido por ellos es una forma de coartada porque es debajo de mi domicilio y muchas veces asistí a ese lugar”, dijo. Lo mismo hizo con la supuesta orden verbal para cancelar una licitación para equipar la Casa de la Moneda, una de las supuestas pruebas de peso en su contra. Dio una larga explicación con datos técnicos de que el hecho que se le atribuye no podría siquiera haber existido.
Y arremetió contra el abogado Marcelo Ruiz, cercano a los Ciccone, del que acompañó fotos y recortes de diarios, a quien consideró el responsable del “armado” de las testimoniales del clan, el cual sostuvo que de fondo, subyace un reclamo económico.
A mediados de la tarde, Boudou recibió una noticia nada desalentadora: la Cámara Federal consideró abstracto el planteo de nulidad de los dichos como testigos de Ciccone y Reinwick pero expresó un claro mensaje para que se investigue la “pata financiera” de la operación de salvataje de la imprenta, algo que el vice sostiene como eje de su estrategia de defensa.
“Quiero dejar constancia que pediré una ampliación de esta declaración a fin de evaluar lo que podríamos denominar las causas de la causa. Es decir todos los hechos político institucionales alrededor de esta causa y de mi persona que me llevaron a estar en la actual situación procesal”, advirtió minutos antes de que se diera por finalizada la audiencia.
Nota escrita por Gabriel Morini para el diario Tiempo Argentino.