Una mujer cordobesa que en 2013 recibió el llamado del papa Francisco fue detenida en Laguna Larga.
Fue detenida junto a su pareja, un expolicía, acusados de encubrimiento, por un robo ocurrido el domingo a la noche en la localidad mencionada.
La comunicación con el Sumo Pontífice había llegado después de que la señora le enviara una carta en la que le contaba sobre una supuesta violación.
En un mail, Alejandra Pereyra le contó al pontífice que había sido violada por un comisario y que era víctima de una persecución policial y judicial, por lo que el llamado del Papa, conmovido por la carta, no tardó en llegar. Al tiempo, la mujer fue a Roma a verlo, según contó Pereyra oportunamente.
El policía acusado por Pereyra fue sobreseído en 2010, ya que la investigación descartó la violación.
El robo encubierto
El domingo a la noche la Policía detuvo a la mujer y a su pareja. Según se indicó fueron liberados el lunes a la noche, “aunque se los investiga por el delito de encubrimiento”, agregó la fuente policial. Por el robo está detenido un familiar de Pereyra, se informó.
Por el mismo caso hay dos personas prófugas, que escaparon de los agentes corriendo por un campo, a la altura de la ciudad de Pilar.
La carta de Pereyra
En el mail enviado al Papa, la mujer le escribió: “Soy madre de seis hijos biológicos, y también crié seis niños más, tres de ellos tienen discapacidad. En una oportunidad uno de estos niños se encontraba jugando en la vereda del frente de mi casa, con una pelota. En ese momento pasa un móvil policial y le da la voz de alto al niño. Como no respondió a sus órdenes, el policía toma una escopeta Ithaca y se la coloca debajo del mentón, por el cual mi niño se orina. Yo me dirijo a los Tribunales de Río Segundo, donde formulé la denuncia penal. A partir de esa fecha hasta hoy tengo una constante persecución policial hacia mis hijos y mi familia”, (…). Con todo el dolor de mi alma, querido Padre, le pido su ayuda porque después de tantos dichos de que me iban a violar, cumplieron su objetivo”, (…). El llamado de Francisco me devolvió la paz y la fe. Yo siempre creí en la Justicia divina, porque en la Justicia de los hombres no creo nada”.
Fuente: La Voz del Interior / Foto: Día a Día