Niños de escuelas primarias de la ciudad participaron de un taller sobre seguridad y protección digital en el Centro Cultural Comunitario Leonardo Favio.
Se trata de actividades de la Defensoría de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la Provincia de Córdoba, una de ellas es el Programa de Protección Digital bajo el lema “Habitar con los chicos los espacios virtuales”.
Antes del receso escolar de invierno, el taller congregó a familias y docentes, es decir, los adultos que son considerados “inmigrantes digitales”.
“Fue una conversación”
Durante la jornada del jueves 14 tuvo lugar la instancia con los niños y niñas, los “nativos” de la era de Internet. Quienes nacieron en una época donde la interacción con pantallas y la web es diaria.
Participaron alrededor de 70 chicos y chicas de entre 10 y 12 años de las escuelas José Ingenieros, Agustín Álvarez, República del Paraguay, Juana Manso, José Mármol, 1º de Mayo, Domingo Faustino Sarmiento, Justo José de Urquiza, Florentino Ameghino y Vélez Sarsfield.
Con el apoyo de la Secretaría de Inclusión Social y Familia del municipio, el Programa aborda a través de esta propuesta temáticas que representa peligros para los chicos en entornos virtuales, como el ciberbullying y grooming, además de generar conciencia acerca de la importancia del control parental, el diálogo y la confianza en la familia ante amenazas surgidas en su interacción por medios electrónicos, como las redes sociales.
Andrés Piazza, el tallerista a cargo de la actividad, indicó que se quedó “muy impresionado” por el conocimiento y la anticipación sobre el tema que tenían los niños al hablar de las temáticas como cyberbulling y sexting.
Es por eso que el taller se convirtió en una conversación, comentó Piazza, remarcando que no se debe subestimarlos pero sí se debe tener en cuenta que son niños y no dejan de tener su inmadurez. “Conocen como funcionan las herramientas pero no dejan de carecer de los resortes emocionales o conceptuales”, explicó.
Sobre las cuestiones, la jornada abordó cómo pueden ser engañados en las redes sociales. Cómo prevenir esas acciones y cómo reaccionar si ocurren.
Piazza responsabilizó a los docentes, y a los padres, como los encargados de acompañar a los niños en el proceso y a navegar seguros.
Respecto a las edades, una apreciación del experto en el área es que los niños de 12 años están más “trabajados” por los padres y docentes sobre las problemáticas, como no así los adolescentes de un promedio de 18 años. Lo que significa que no se debe perder atención sobre ninguno de ellos.
Consejos para la prevención de los riesgos en línea
El ciberbullying ¿Cómo prevenirlo?
• Evitar competencias y descalificaciones que resulten agresivas, valorando la privacidad del otro, como así también no responder a provocaciones.
• No viralizar, compartir o comentar contenidos y publicaciones que contengan burlas o agresiones.
• Ante un acoso, acudir a un adulto.
Para prevenir el grooming, se recomienda:
• No proporcionar datos a personas extrañas que no se conocen.
• Elegir contraseñas seguras y distintas en los dispositivos que se usen, como PC’s, tablets, teléfonos móviles.
• Consultar con una persona adulta acerca de cómo configurar la privacidad en redes sociales.
• En casos de acoso, dialogar con padres o docentes sobre el hecho, sin sentimiento de vergüenza o culpa.
• No borrar las pruebas del acoso, dado que constituye un delito de acción pública, es decir, que cualquiera puede denunciarlo.
Piazza explicó a los niños de qué se tratan algunas herramientas como el doble paso de autenticación para ingresar a cuentas de redes sociales, la importancia de resguardar la privacidad y qué contenidos pueden ser sensibles de compartir, como así también expuso con casos particulares algunos de estos consejos.
Hacia el final de la jornada, que tuvo una duración aproximada de dos horas, se informó a los chicos y a los docentes acerca del asesoramiento, orientación y prevención que brinda y pueden encontrar en la Defensoría.
¿Qué deben hacer los padres?
Normalmente hay que denunciar, pero cuando uno denuncia el sitio desaparece y no quedan pruebas, explicó. Por eso los niños les deben decir a los adultos y luego acercarse a organismos del Estado.