Continúa el juicio por Emiliano Messa con la segunda audiencia este martes 25. Hasta el momento hablaron los imputados, el padre del niño y médicos.
El lunes 24, con una demora a causa del Servicio Penitenciario que trasladó a los imputados, Ana Yael Piedra y Jonathan Fernández a Río Tercero en vez traerlos a Villa María, comenzó el juicio por la muerte de Emiliano Messa.
Tres horas después de lo previsto, finalmente los imputados llegaron al quinto piso de Tribunales locales y comenzó la primera audiencia.
En esa ocasión declararon los acusados, José Messa, padre de Emiliano, y los médicos que atiendieron al pequeño antes de su muerte.
Las declaraciones de los profesionales de la salud son claves en el caso, ya que permitirán dislucidar la situación que atravesaba Emiliano, a raíz de su estado físico.
La palabra quizás más importante es la del médico forense Gustavo Rodríguez, que declaró este martes en la segunda audiencia del juicio.
La palabra del forense
Rodríguez comenzó a declarar minutos antes de las 10:00 horas y brindó detalles de cómo se encontró el cuerpo de Emiliano.
El testimonio del forense sumó vital importancia porque explicó desde el punto de vista médico si la muerte del pequeño pudo ser causada accidentalmente, como asegura el imputado que tenía al niño.
Fue el fiscal de Cámara, Francisco Márquez, quien le pidió que explique si esa versión de la caída en el baño es compatible con el informe forense y la historia clínica.
Lo que dijo Rodríguez fue contundente: “No pudo haber sido un accidente. Ni cayendo de 1 metro puede tener una lesión así, sólo si hubiera estado a más altura podría ser”.
“Un bebé de 2 años y 93 centímetros es imposible que seufra una lesión así por caída. Hizo falta una fuerza superior a l de su propio cuerpo”, aseguró.
Además, dijo que la lesión tenía un máximo de 4 horas antes de que llegara al Hospital.
El forense explicó que el cuerpo de Emiliano presentaba 24 lesiones, algunas agudas y otras crónicas.
La lesión occipital es la principal y la que lo llevó a la muerte. Además, dijo que “hubo maltrato y lesiones gravísimas”.
Emiliano presentaba hematomas y esquimosis, lesiones de más de 10 días de evolución y presentaba el síndrome de bebé sacudido.
También habló de la posibilidad de un neurodeterioro que no llegaron a profundizar, pero dijo que se producen con las sacudidas.
Este dato es importante, ya que Emiliano con sus dos años todavía no hablaba. Se dejó entender, con la declaración del forense, de un posible retraso madurativo por lesiones.
Reconstrucción del hecho y un golpe fatal
En un momento de su declaración, Rodríguez exhibió al jurado y al Tribunal un video que recrea escena del hecho en base a fotografías del lugar y de las lesiones del niño.
“Parecen un golpe de puño”, dijo sobre una de las heridas y agregó que “fue un golpe contundente”.
El forense dijo que lo más probable es que Emiliano fuera arrojado.
Son tantas las lesiones que dificulta ver el mecanismo, pero consideran que con mayor probabilidad se trató de un arrojo.
Los tres médicos que suscribieron aseguran que no fue acccidental.
Además, Rodríguez habló de un “maltrato infantil global”, abarcando lo físico y lo psíquico.
Qué dijeron los médicos que lo atendieron
El día antes a la declaración del forense, el lunes en la primera audiencia del juicio, también hablaron dos testigos de relevancia: los médicos que atendieron a Emiliano en el Hospital Pasteur.
Natalia Ceballos fue la pediatra que lo recibió y declaró que los golpes que tenía en la cabeza fueron en el sector frontal derecho y en la zona occipital.
“En una caída uno no se puede golpear al mismo tiempo la parte de adelante y la de atrás de la cabeza”, dijo.
Ceballos también hizo referencia a la actitud de Piedra. “Estaba como relajada, ni siquiera cuando le dijimos que su hijo podía morir derramó una lágrima”, dijo la pediatra.
También que la madre del niño aseguraba que se trataba de un accidente y que otros moretones que presentaba el pequeño eran producto de un golpe en la guardería.
La pediatra también explicó lo que se hace ante un posible caso de maltrato, con un signo “inequivoco” al que también fue sometido Emiliano.
Se trata de un procedimiento por el cual le hacen al niño un fondo de ojo con el que se puede observar los vasos de retina. Hay conductos que al sacudir a un niño, se rompen causando lesiones graves, explicó la médica.
“Me cuesta entender como médica y como madre que alguien sacuda tan fuerte a un niño que lo rompa los vasos de retina, dijo.
Por otro lado, también habló Víctor Hugo Carabajal, médico neonatólogo del Pasteur quien explicó que la palabra de los familiares no coincidian con el estado de Emiliano.
“Ingresó en condiciones muy delicadas, con dificultad para respirar y con movimientos que detonaban un trauma neurológico”, declaró.
