El juicio por el femicidio de Natalia Mariani en la Cámara del Crimen de Villa María entró en su recta final previo al veredicto tras las conmovedoras y polémicas “últimas palabras” de los acusados, Gino Ferrari (hijo de la víctima) y Hernán Ferrari (exesposo), y la contundente réplica de la querellante, Lucía Ferrari (hija).
Antes de que el jurado popular pase a deliberar, los principales protagonistas del debate tuvieron la oportunidad de dirigirse a la sala y a la sociedad villamariense.
Gino Ferrari: Arrepentimiento, un “problema” y críticas a la vida familiar
El principal acusado, Gino Ferrari, sostuvo un discurso marcado por el arrepentimiento y la negación de la intencionalidad, pero admitió un historial de violencia.
“Estoy arrepentido cada día, cada segundo que pasa”, aseguró, aunque inmediatamente pidió ser juzgado con objetividad: “Yo no pido libertad, solo pido que sean justos, que no se dejen llevar por los sentimientos, los enojos que cada uno ha tenido acá”.
El joven intentó desarmar la imagen de una familia feliz, que a su entender se instaló en el juicio: “Me molesta que ahora vengan a decir que todo era color rosa, no era color de rosa. Yo lo único que quería hacer era irme de esta ciudad.”
Incluso, deslizó un dato clave sobre la víctima: “Mi mamá también sufrió castigo”.
En el pasaje más fuerte de su autocrítica, Gino reconoció: “Una persona sana dentro de todo no hace algo así, soy una persona rota por dentro… No es la primera vez que termino explotando, pero es la primera vez que llego tan lejos. Tengo un problema y lo quiero solucionar”.
Finalmente, cerró su intervención dirigiéndose a su hermana: “Le pido perdón a mi hermana, sé que está enojada”, mientras le pedía al jurado una oportunidad de “reinsertarme, de cambiar”.
Hernán Ferrari: “Me equivoqué por querer proteger a mi hijo”
Por su parte, el coacusado Hernán Ferrari centró su defensa en el error de un padre y la falta de pruebas que lo vinculen con la planificación del crimen.
“Quiero manifestar nuevamente que sí, que me equivoqué, que a lo mejor actué con instinto por ayudar a mi hijo”, declaró el exmarido de Natalia Mariani, remarcando: “Me equivoqué por el afán de querer proteger a mi hijo, indudablemente ni lo ayudé”.
Hernán Ferrari fue enfático al negar haber participado del femicidio: “Se demostró que no hay una prueba que demuestre que soy partícipe de lo que pasó”.
Su momento más emotivo fue al dirigirse a su hijo: “No te voy a soltar la mano nunca, voy a seguir preso hasta que vos salgas”. Al jurado, le pidió una “oportunidad”, argumentando que fue “hecho culpable de algo que no soy en una causa que desde un principio fue rara”.
Lucía Ferrari antes del veredicto: “Me dan miedo, no tengo dudas”
El contraste final lo puso la querellante, Lucía Ferrari, la hija de la víctima, quien fue breve y directa al expresar su profunda desconfianza y temor hacia su padre y su hermano.
“No quiero verlos nunca más en mi vida, me dan miedo”, sentenció. Y concluyó con una frase lapidaria que resume la postura de la querella: “Sé que fueron ustedes, no tengo dudas”.
Tras estas dramáticas intervenciones, el jurado popular ingresó a deliberar para definir el futuro de Gino y Hernán Ferrari. La sentencia final se espera para las próximas horas.
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