Lautaro Peretti es un joven de Arroyo Cabral que acaba de recibir su título de periodista en la Universidad Nacional de Villa María. Es el segundo egresado en obtenerlo en sistema braille.
“Lauti” es un ejemplo de perseverancia, dueño de un humor exquisito, que ha sabido traspasar el dial en un programa de radio.
También es fuente de inspiración para muchos, concluyó no solo sus estudios primarios y secundarios en su Arroyo Cabral natal, sino también universitarios.
Es que en el último acto de colación de la UNVM recibió su título de “Técnico en periodismo” con el mérito además de que se lo confeccionen en braille para leerlo por sus propios medios.
Su trayecto académico nunca fue sencillo, estuvo plagado de trabas propias de un mundo que poca empatía tiene con la discapacidad.
Pero él logró con alegría trascenderlas, con la ayuda de maestros integradores, psicopedagogos y amigos.
Armó sus propios resúmenes, hizo sus manuales en braille para alfabetizarse (aprendiendo a leer y escribir). Y hasta acompaña a una fundación, “Puntos de Vista”, que impulsa el empleo de este sistema como un modo de independencia para personas ciegas.
En diálogo con Villa María VIVO contó: “mi discapacidad visual se debe a una retinopatía del prematuro. Yo nací ochomesino, me llevaron a incubadora y por una mala praxis me desprendió la retina en ambos ojos. Así que convivo con la ceguera desde siempre”.
Respecto a su trayecto universitario contó: “estoy terminando de cursar la licenciatura, me queda rendir una materia y la tesis. Me sentí muy cómodo con el área de Accesibilidad, la secretaría de Bienestar y tenía una psicopedagoga que me ayudaba a scannear material.
Y quiero mencionar especialmente a mi gran amigo y compañero Matías Medina que es quien me acompañó a recibir el título”.
Mientras que en sus redes intentó poner en palabras (sí, escrita para videntes) tanta emoción: “tuve el honor de recibir mi primer título universitario de técnico en periodismo. Y, además, recibirlo en sistema Braille para poder leerlo por mis propios medios.
Sin embargo, el singularismo no es algo que trabaje con frecuencia. Detrás de este tan ansiado diploma hubo personas, momentos, recuerdos, historias y un montón de cosas más que de seguir mencionando podría llegar a olvidar”.
Y concluyó con una reflexión: “más allá de los logros personales y de la importancia que estos tengan, jamás se debe olvidar aquel lugar de origen.
Por lo tanto, el mayor título, para el cual no se requiere estudiar demasiado, es el respeto y el valor hacia la comunidad y el prójimo”.
Mira las imágenes del momento en que recibía su título: