Con jurados populares se llevó a cabo un juicio contra un hombre por intento de homicidio agravado pero hubo cambio de carátula. Los médicos que asistieron al herido realizaron la denuncia.
En la mañana de este lunes 12 de septiembre se realizó en el palacio de tribunales un nuevo juicio con jurados populares.
Fue contra Ángel David Unzeta quien en principio habría atacado con un arma blanca a su pareja el 19 julio de 2021.
Ahora lo juzgaron por intento de homicidio agravado, es decir calificado por el vínculo.
Interviene el fiscal de Cámara, Francisco Márquez, quien tras escuchar el testimonio del damnificado pidió el cambio de carátula a lesiones graves.
Así es que el tribunal definió condenarlo a tres años de prisión. Y como ya cumplió más de 8 meses en la cárcel, será liberado próximamente.
De intento de homicidio a un accidente
En la sala de audiencia se encontraron el imputado y su supuesta víctima, Norberto Bazán, quien aseguró que se trató de un accidente.
La noche del ataque ambos llegaron a la guardia del Hospital Regional Pasteur y fueron justamente los médicos que asistieron al herido, los que denunciaron el hecho.
En ese momento, se determinó que por la gravedad de punción no corrió riesgo la vida del hombre.
En algunos pasajes de su declaración Bazán dijo que mientras Unzeta pelaba papas con un cuchillo Tramontina, él ponía un pollo al horno.
“sin querer yo hice para atrás y me clavé el cuchillo”
Y luego aclaró que él no está enojado con Ángel y que le mandaba comida a la cárcel.
Luego, durante la lectura de los alegatos el fiscal Márquez explicó que no llevaría la acusación como intento de homicidio sino como lesiones graves agravadas por el vínculo.
Ello cambió el número de años computables para la pena, e incluso pidió menos del máximo para este delito que es 10. Sólo exigió que fueran 5.
La palabra de la defensa
En diálogo con Villa María VIVO el abogado de Unzeta, Jorge Bustos, explicó:
“Esta causa llega a juicio yo creo porque se llama malinterpretados la magnitud del hecho. Primero porque no se trata de ninguna manera de una tentativa de homicidio.
Ya que toda vez que manifiesta llamar al 107, cosa que está corroborada por la propia víctima. Si hubiera habido alguna intención, está desistida.
Entendemos que se trató simplemente de un accidente doméstico y no un delito tan grave como lo calificó la fiscalía”.
Además, agregó respecto a la declaración de su defendido, que “este muchacho se clavó el cuchillo involuntariamente”.
Incluso otra testigo, que también declaró, abonó la misma hipótesis a pesar de tener una discapacidad. Ya que la niña alcanzó a entender que se había tratado de un accidente.
Por último sostuvo que la gravedad de la calificación “simplemente se basaron en el certificado médico del médico policial y que habla de que se habría tratado una herida grave que habría puesto en riesgo la vida de Bazán”.
Pero la supuesta víctima afirmó que “al poco tiempo ya había logrado recuperar en parte de su vida normal.
Él manifestó que esa noche ingresó se le puso una manguera de drenaje y que por la mañana vendado ya andaba se movilizaba dentro del hospital. Y que al conseguir el alta que fue a las 72 horas, se reintegró el trabajo”.