El lunes 4 de marzo, primer día de clases del ciclo 2024, “Emi”, como así lo llaman actualmente, fue atropellado por un auto que se fue sin brindarle auxilio.
Difícil pensar que un galgo, con el tamaño que tiene, no sea sentido en el impacto del choque -si se quisiera tener buena fé de las personas que lo hicieron-.
El pobre animal estuvo más de dos horas gritando y arrastrándose de dolor en el medio de la calle hasta que, desde el CAM lo buscaron y trasladaron al predio.
Sin embargo, como en el lugar no realizan intervenciones quirurgicas de este tipo, pasó dos días más echado a su suerte hasta que lo fueron a buscar.
Lali Posada, proteccionista de la ciudad, llevó a “Emi” a un veterinario particular para que pudieran operar sus dos patas delanteras que fueron fracturadas.
El jueves 7 es cuando comenzó la suma de gastos para intentar salvar al perrito y darle una chance de que vuelva a caminar.
Tras un mes de su operación, y a una semana de una grave recaída, “Emi” volvió a mover la cola, y eso significó el cúmulo de más de $650.000 de deuda.
Cómo ayudar a Emi
Para poder afrontar los gastos del tratamiento del animalito, su guardería y saldar la deuda en la veterinaria, las proteccionistas que no miraron a un costado y se hicieron cargo de la situación, realizan una rifa solidaria.
Se llama a toda la comunidad, y en especial a aquellos amantes de los animales, a colaborar con este caso.
Si bien hay decenas en la ciudad, –por la irresponsabilidad de los humanos que parece no tener fin-, esta vez dos ojos dulces, cuatro patas y una cola ansiosa por moverse para jugar, son los que precisan con mayor urgencia de la ayuda de gente solidaria.
Quienes deseen ayudar a “Emi”, pueden hacerlo donando a través del ALIAS “galguis.atropellado”.
En la imagen, se brindan los números de las personas que se comprometieron con el caso.
En los próximos 15 días le harán un control y si todo va bien, le sacaran los tutores de sus patas delanteras e irá a un provisorio para poco a poco recuperarse.
Sin lugar a dudas, cuando la gente se compromete con causas pequeñas, haciendo lo que está a su alcance, puede hacer más que salvarle la vida a un perro.