Las primeras horas de la nueva cuarentena flexibilizada mostraron un panorama tranquilo en el centro de Villa María. Así pudo comprobarse en un recorrido por varias cuadras del microcentro, en la tarde de este lunes 11 de mayo, cuando muchos comercios de venta de productos no esenciales abrían sus puertas por primera vez después de varias semanas.
Pasado el mediodía, las filas para operar en los cajeros automáticos eran los puntos de mayor concentración de personas.
Algunas calles céntricas permanecían valladas para facilitar que la gente espere manteniendo mayor distancia.
Los comercios mostraban una actitud dispar
Algunos se veían con actividad casi a pleno, dentro de lo permitido en cuanto a ingreso de personas, respetando las restricciones, con clientes y personal atendiendo con barbijo.
Otros todavía sin abrir y algunos aprovechando para limpiar después de varias semanas sin tener actividad.
La concurrencia de gente al centro durante las primeras horas de la tarde del lunes no fue mayor a la que se veía en días previos a la flexibilización de la cuarentena.
Alguna casa de electrodomésticos o de venta de todo tipo de rubros se veían con clientes esperando en la vereda. En el resto, poco y nada.
Barbijo no unánime
Sobre el uso del barbijo o tapabocas, también se apreció una situación fue dispar.
A pesar de que su uso es obligatorio desde el domingo al mediodía en Villa María, no todas las personas lo portaban. Incluso dentro de algunos locales, personal atendía sin esta protección.
La adopción sigue siendo mayoritaria, como lo era desde antes de la obligatoriedad, pero no es unánime.
Los dirigentes empresariales habían dado a conocer que tenían baja expectativa en cuanto a las ventas que podría producirse durante la tarde, con locales a puertas abiertas después de mucho tiempo.
El correr de los días puede dar un panorama distinto, especialmente el sábado, que es una jornada históricamente de mayor concurrencia al centro y ventas.