La modificación en la zona de la Costanera que realizó el exintendente Eduardo Accastello, quitó del espacio designado por ordenanza como Paseo de la Memoria, varios íconos evocativos, además de modificar sustancialmente el monumento “Memoria sin Tiempo”, conocido como Reloj de Sol.
Varios años después, al cumplirse 4 décadas de la muerte de Monseñor Enrique Angelelli, volvió a instalarse un monumento en su recuerdo en ese sector de la ciudad.
El acto se llevó a cabo en el sector de la costanera ubicado en Bruno Ceballos y Catamarca, donde se presentó una obra en cemento realizada por el artista local Sebastián Sanz.
“Este lugar ha sido consagrado como el paseo y el espacio de la memoria en nuestra ciudad. Sin dudas, debíamos volver a poner el mojón que recuerda a monseñor Angelelli en este, que es su lugar”, señaló el intendente Martín Gill, remediando en parte lo que había modificado su antecesor.
En el evento, estuvieron presentes Marilé, Miriam, Américo y Nancy, sobrinos de Angelelli. “Este es un acto de memoria para construir justicia”, expresó Miriam. Y agregó: “Él había sembrado la palabra de Jesús en el corazón del pueblo”, haciendo referencia a la intensa labor social que desempeñó su tío.
Otras postergaciones
En ese mismo sector también estaba el monolito que evocaba a la figura del fotógrafo José Luis Cabezas, asesinado en Pinamar en el verano de 1997, y que todavía no fue repuesto.
Poco tiempo atrás fue reinstalada también la escultura “Nunca Más”, de Cristina Gonzalo, que se había removido cuando se construyó el puente Perón y pasó un tiempo tirada en el patio de la Escuela de Bellas Artes.
Foto: Municipalidad de Villa María.