Verónica Vivó fue recientemente condenada por partícipe necesaria del delito de abuso sexual y renunció a su banca del Concejo Deliberante. En una carta dirigida al presidente del cuerpo legislativo, ratificó su inocencia.
El viernes 1º de diciembre, la Justicia de Villa María condenó a la ahora ex concejal, Verónica Vivó y a su esposo, el ex funcionario municipal, Jorge “Pampero” Barrera.
Tras un juicio que llevó cinco audiencias y más de 10 testigos, la jueza Eve Flores sentenció la autoría de los delitos.
Barrera recibió una pena de 12 años de prisión por hechos de abuso sexual y Vivó, por 6 años por encontrarla partícipe necesaria de uno de ellos.
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Asimismo, Vivó permanecerá en libertad hasta que la sentencia quede firme.
A diferencia de Barrera, Vivó está en libertad desde que la imputaron. En aquel entonces, febrero del 2022, la concejal pidió licencia en el Deliberante.
Tras seis meses en esa situación, retornó a su banca del cuerpo legislativo hasta el lunes 4 de diciembre que renunció a su cargo.
Esto sucedió también a cinco días de que se realicen cambios en el Concejo Deliberante con la asunción de las nuevas autoridades.
Ratificó inocencia
En la carta que Vivó envió a Pablo Rosso, presidente del cuerpo legislativo, dijo que su renuncia es indeclinable “por los motivos que son de público conocimiento”.
Asimismo, aprovechó para hacer saber al Deliberante y a la sociedad en su conjunto su inocencia.
“He dedicado mi vida al trabajo social de la comunidad, garantizando cada día aportar desde lo más profundo de mi ser, mi granito de arena para mejorar la calidad de vida de los habitantes de la ciudad que me vio nacer”, finalizó.
