La mujer de 38 años de edad que desapareció el 28 de septiembre de 2005 en Villa María sigue sin aparecer, sin que se sepa qué pasó, y sin que pueda comenzar el juicio que tiene a su exmarido, Rodolfo Delpino, como unico imputado por “privación ilegítima de la libertad” agravada.
Mariela Bessonart es el caso más llamativo y enigmático de los últimos años en el poder judicial local. Tras una gran cantidad de operativos de búsqueda, cruce de llamadas, allanamientos y excavaciones, nunca pudo hallarse nada.
En este momento, el caso se encuentra en casación ante el Tribunal Superior de Justicia por el rechazo a una suspensión del juicio a prueba (probation) que había pedido la defensa de Delpino, informó La Voz del Interior.
La causa fue elevada a juicio en 2010, luego de cinco años de investigación por parte del fiscal Gustavo Atienza, pero aún no pudo concretarse por distintas medidas interpuestas por la defensa, que lo fueron postergando.
“Los hijos quieren que esto se termine de alguna manera, sin importar si hay condena o no. Ellos quieren saber la verdad, qué pasó con su madre”, declaró el abogado Marcelo Martín Silvano, patrocinante de Marcos Delpino, hijo mayor de Mariela.
“Queremos el juicio. Es el bien para todos: para mi madre, mis hermanos, los hijos y la sociedad. No pido otra cosa”, afirmó Gladys Bessonart, hermana de Mariela.
Delpino, que estuvo preso 13 meses por este caso, llegaría a juicio acusado de “privación ilegítima de la libertad agravada” por su extensión, imputación asentada en un expediente de 2.900 fojas y 160 testigos.
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