En el centro de Villa María, continúan con el intento de espantar los tordos y otras aves que pueblan los árboles y dejan sus marcas en autos y veredas con una lluvia de defecaciones.
La iniciativa se prueba al anochecer, cuando termina el horario de actividad comercial, sobre la vereda de calle San Martín del Banco de Córdoba. Se hizo un primer ensayo
El lugar es encintado por prevención y operarios municipales suben con una escalera a un árbol, para colocar allí un dispositivo de impacto sonoro que es detonado a través de un cable.
La intención de espantar a los pájaros en un momento en el que retornan desde las afueras de la ciudad para pernoctar en las plantas del centro.
El martes 2 de agosto se hizo el primer ensayo, y la experiencia volvió a reiterarse para comprobar si tiene éxito.
En ese lugar no hay muchas viviendas cercanas. La mayoría de las propiedades son comercios u oficinas. La detonaciones de las bombas de estruendo han provocado que se activen alarmas de autos estacionados.
Comerciantes del sector relataron que cada mañana, es “imposible” transitar por el lugar, debido a la cantidad de excremento que se acumula en las veredas luego de que los pájaros pasan la noche en los árboles.
En la noche de este jueves, algunas horas más tarde de haberse activado el estruendo, un pocos tordos se encontraban reposando sobre ramas del árbol tomado como punto de ensayo.
Fotos: VillaMariaVivo.com.