El juez de Ejecución Penal de Villa María, Arturo Ferreyra, reconoció que en su estancia San José del Rosario, en Unquillo, hubo una fiesta convocada por su hijo, de que la que participaron amigos, pero que también se difundió por redes sociales.
En diálogo con El Doce, el juez admitió que la fiesta se llevó a cabo en el campo donde reside junto a su familia.
“No puedo dejar de hacerme cargo de la parte que corresponde porque somos propietarios”, dijo.
Aunque inicialmente trascendió que la fiesta convocó a 1.500 personas, el acta que labró el inspector municipal señala que había “más de 300”, según manifestó el intendente de Unquillo, Jorge Fabrissin, en El Show del Lagarto.
El intendente también aseguró que, según el relato del inspector, en el lugar cobraron un valor de entrada a la fiesta.
Además, Fabrissin apuntó que en ningún momento el juez quiso identificarse durante el procedimiento de la madrugada del 1 de enero.
La explicación del juez
“Mi hijo me dijo que se iba a juntar con sus amigos y yo le dije que me iba a pasar las Fiestas con mi hermano en Villa Allende”, contó Ferreyra a El Doce.
Después del brindis de Año Nuevo, el juez regresó a su casa y, luego llegó la Policía con los inspectores, se relató.
“Cuando me avisan y salgo, había varios autos, unos cuantos autos. Dentro del predio, no. Les dije que estaba esa gente porque se difundió viralmente esta reunión. Como no hay lugares adónde salir se han venido todos para acá. Mi hijo me dijo había gente que no sabía quién era”, señaló.
El funcionario judicial relató que ese momento “fue una situación estresante porque toda la gente creía que era una fiesta pública y que podían entrar todos”.
“Nunca tuvimos la intención de eso. ‘Papá yo invité a 30 amigos míos’, eso me dijo mi hijo”, dijo Ferreyra, sin mencionar cuántas personas efectivamente ingresaron a su propiedad.
Cobro de entradas
“Mi hijo me dijo que no cobraron entradas porque no es un negocio. ‘Hemos hecho una polla para comprar la bebida que íbamos a consumir y que se encargaron dos o tres personas’, eso me contó”, relató Ferreyra a El Doce.
El juez reconoció que en su propiedad hubo una “infracción a la ordenanza municipal” porque la fiesta se extendió más allá de las 3 de la madrugada.
Desde el municipio de Unquillo aseguran que el predio recién se desalojó a las 6 de la mañana.
Arturo Ferreyra es juez de Ejecución Penal y está a cargo de los internos alojados en el Establecimiento Penitenciario N° 5 de Villa María. También, de los pacientes alojados en los Hospitales de Salud Mental de Oliva y de Bell Ville, por habérseles impuesto una medida de seguridad.