Vecinos de barrio Nicolás Avellaneda vienen sufriendo en forma reiterada actos de vandalismo contra vidrios de viviendas y parabrisas de vehículos.
Los daños se producen habitualmente de madrugada y algunas personas domiciliadas en el sector dijeron haber visto a grupos de jóvenes tirar piedras con gomeras, haciendo estallar cristales.
Un vecino que vive a unas cuadras de la avenida Intendente Maciel contó que ya sufrió entre cuatro y cinco ataques.
Esta persona admitió que hay miedo a enfrentarse a estos grupos que actúan de noche y por la misma razón temen hacer público su reclamo.
En algunos casos, los piedrazos rompieron vidrios de autos que suelen quedar estacionados en la calle o a la vista del que pasa. En otros, las puertas de garages o de ingreso principal de viviendas las que sufren los impactos y destrozos.
Otras casas no sufrieron daños, pero amanecieron con un arsenal de piedras en su frente, según relatan, en reserva, habitantes del sector.
Miedo a represalias
La preocupación es por la continuidad de estos hechos y lo costoso de los daños que provocan. En este barrio, hay calles en las que el alumbrado público no está siempre encendido y las cámaras del Centro de Monitoreo no alcanzan a visualizar bien lo que pueda estar ocurriendo.
“No sabemos qué solución darle”, contó a Villa María VIVO uno de los vecinos que una madrugada alcanzó a ver un grupo de adolescentes pasando con gomeras y tirando piedras hacia las casas. Salir a retarles es exponerse a represalias peores, piensa.
Relató que hablaron con policías, y que estos les dijeron que la situación se repite en varias partes del barrio. La preocupación está y reparar los daños es un costo que tienen que afrontar los vecinos junto a la amargura por el percance sufrido y la indignación que todo esto genera.