Previo a los alegatos en el juicio por el homicidio de Alexander “Nano” Martínez, el acusado Joaquín Munarriz confesó ser el único autor del crimen y desligó a su amigo Tomas Cánova.
Primero pidió perdón a Mirtha Martínez, madre de la víctima. Luego confesó.
“Yo maté a Nano. Tomas no tiene nada que ver”, dijo.
Relató los hechos según su versión.
“El 23 de mayo (de 2020) recibí una llamada de Nano Martínez, lo pasamos a buscar y lo llevé a Tomás a una casa de un amigo y me voy al campo con Nano”.
“Me pedía plata y yo le ofrecí marihuana. Cuando le estaba por darle la droga, Nano sacó un arma y me pidió toda la droga y las llaves de la camioneta”.
“Le pregunté qué le pasaba”.
“Le pegué una trompada, cayó al piso y le pegué con un fierro. Yo estaba asustado, pensé que me iba a matar”.
“Vi después que no reacciona. Lo llevé al monte y lo enterré”.
Luego, más adelante en su relato, agregó que en la Unidad Judicial los policías de Villa María le pegaron y quedó detenido.
La palabra de Tomas Cánova
Antes comenzó hablando Tomás Cánova.
Contó que el día 23 de mayo de 2020, volvía de trabajar en el campo y pasó por pertenencias suyas en la casa de Joaquín Munarriz.
Dijo que este recibió una llamada de Martínez, al que pasan a buscar, pero a él, a Tomás, dice que lo dejan en la casa de un amigo en barrio San Martín, desligandose de todo lo que pasó después.
Dijo que al otro día, Joaquín lo pasa a buscar y que lo notó raro, confuso.
“Me dijo que había matado a Nano Martínez”, declaró.
“Le dije que no se preocupara, que iba a ayudarlo”.
Luego, más adelante, dijo que fue golpeado en sede policial.
“Nos suben a un primer piso de la Policía. Nos separan en distintas aulas. Me dieron golpes, puñetes, cachetadas. Envuelto en colcha, me pegaron en el piso”, dijo.
Ese día 26 Joaquín queda detenido y Tomás en libertad.
El día 29, dijo Cánova, el padre fe Munarriz recibe llamada cuando iban juntos al campo para que Cánova volviera a la Policía.
Dijo que policías de Homicidio de Córdoba lo volvieron a golpear.
Alegatos y pedido de prisión perpetua
Luego de esto comenzaron los alegatos, con la planta del fiscal de Cámara, Francisco Márquez, desestimando la palabra de los acusados.
Tanto el fiscal Francisco Márquez como el querellante Manuel Argüello, pidieron que se los condene a prisión perpetua.
