La Municipalidad de Villa María llevó adelante el primer concurso de compra por subasta electrónica inversa, una herramienta puesta en vigencia a través de la página www.villamaria.gov.ar
La subasta pudo visualizarse en tiempo real en el Salón Oval y procura “aportar transparencia, mejorar la competitividad y comprar aún mejor en el uso de los fondos públicos, permitiendo una competencia anónima entre los proveedores”, dijo el intendente Martín Gill.
Cada vecino interesado pueda seguir las alternativas de la subasta inversa a través de la página web del municipio.
Ahorro por competencia
Una compra de lámparas y fotocontroles para alumbrado público fue el primer paquete que salió a subasta.
Cuatro proveedores locales del ramo fueron invitados a participar previa capacitación.
El Estado municipal estipuló cuatro renglones o artículos para ofertar, con un precio de partida estimado en base a compras y presupuestos anteriores.
De acuerdo a los precios de partida fijados por el municipio, se esperaba gastar en esta compra unos 350.000 pesos.
Tras la puja entre los proveedores, se lograron mejoras sustantivas, llegando a un volumen total de 200.000 pesos, lo que significó un ahorro sustancial para las arcas municipales.
Gill destacó que el municipio busca difundir el procedimiento y su utilización entre los proveedores, por lo que se trabaja con las organizaciones gremiales de comerciantes y empresarios, ACOVIM y AERCA, para lograr un mayor conocimiento sobre esta herramienta de compra.
Cómo es una subasta inversa
La secretaria de Economía y Finanzas, Daniela Lucarelli, explicó que se denomina subasta inversa porque es el municipio que quiere comprar un bien y no venderlo, como es habitual en una subasta.
Además, quien gana es el que ofrece el precio más bajo.
Los proveedores que participaron de la subasta debieron ingresar al sistema con sus propios usuario y clave, para luego comenzar a ofertar en cada renglón de la compra.
El procedimiento tiene un tiempo estipulado durante el que se puede mejorar el precio tantas veces como cada proveedor lo crea necesario y posible, en base al pliego de condiciones que se publica antes de la subasta.
Una parte fundamental del proceso es el anonimato de los oferentes, que se mantiene hasta el cierre de cada subasta. Así, cada potencial vendedor recibe un número aleatorio como identificación, que cambia para cada procedimiento.
Foto: Municipalidad de Villa María.