Los colegios profesionales vinculados a la construcción y al desarrollo en la ciudad plantearon su desacuerdo absoluto con la forma en que la Municipalidad de Villa María pretende canjear el Salón de los Deportes y Plaza Manuel Anselmo Ocampo por nuevas infraestructuras deportivas.
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Objetaron “falta de transparencia” y condiciones económicas desfavorables para los bienes del estado.
También consideraron que se están haciendo acuerdos directamente con privados, sin permitir una licitación pública o la participación real de otras propuestas e instituciones.
Las voces en contra
El rechazo hacia la forma en que se encararon los proyectos fue manifestado en forma conjunta por varias entidades de peso en la ciudad.
Estuvieron en la mesa Gustavo Martinotti (Presidente del Colegio de Arquitectos), Hernán Estaurino (Presidente del Colegio de Ingenieros Civiles), Marcelo Picco (Presidente del Colegio de Maestros Mayores de Obras), Franco Monetti e Ignacio Tovo (Presidente y Gerente de Aerca), Jorge Daher (Grupo GESTA), Alejandra Colinas (Secretaria del Colegio de Arquitectos) y Gabriel Garofani (Secretario de Colegio de Maestros Mayores de Obras).
Insistencia
Esta es la tercera vez que el gobierno municipal intenta canjear espacios públicos por infraestructura deportivas. Las dos anteriores, en 2006 y 2011, no prosperaron.
Los colegios profesionales consideran que las condiciones que se pretenden instrumentar ahora son idénticas, por lo tanto su rechazo se mantiene casi con Los mismos argumentos.
La Placita es innegociable
En el caso de Plaza Ocampo, consideran que es un bien público que pertenece a todos los villamariense y de ninguna manera, bajo ninguna circunstancia, y por ningún negocio por ventajoso que parezca, puede ser cedida a un privado para realizar cualquier tipo de desarrollo.
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Si bien consideran que, como estadio de fútbol, puede haber entrado en su etapa final de vida útil, entienden que el mejor destino que podría darse es, por ejemplo, una extensión hacia ese lugar del Parque de la Vida.
“De esa manera seguiría siendo un bien de uso y aprovechamiento de todos los villamariense”, sostuvieron.
El Salón tampoco
En el caso el Salón de los Deportes, cuestionaron que el Municipio y la Universidad Nacional de Villa María hayan hecho un acuerdo directamente con dos empresarios, para luego llevar el proyecto casi cerrado al Concejo Deliberante.
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En este caso, recordemos que el proyecto menciona la construcción de un nuevo salón en una hectárea donada por la UNVM a cambio de la estructura de Carlos Pellegrini y Corrientes.
Los colegios consideran que la tasación de agosto del 2018 en la que se basa el Municipio es muy alejada del precio real de mercado que tiene el actual Salón de los Deportes.
40 veces más caro
El Consejo General de Tasaciones fijó un valor de 16.600.000 pesos para una esquina situada en pleno centro y con 2.200 metros cuadrados cubiertos.
Los profesionales estiman que, por la ubicación, hay que pensar en un valor de entre 700 a 800 dólares el metro cuadrado, lo que daría un monto total de 15.400.000 dólares. A la cotización actual de la moneda estadounidense, es un valor casi 40 veces mayor.
Destino en duda
Además, recalcaron no está establecido que el destino del inmueble donde está el viejo Salón de los Deportes sea para reeditar el viejo mercado Colón, como se dijo públicamente, puesto que el privado tendrá atribuciones para darle la finalidad que considere mejor, según entienden que se desprende del acuerdo firmado.
En el caso del terreno de una hectárea que donaría la UNVM para que se construya allí el nuevo salón, se dijo que el convenio establece una titularidad compartida entre la Municipalidad y la Universidad, pero que la dirección del nuevo espacio y su usufructo estarán en manos de la casa de estudios y no del gobierno local, “que es la que aporta el bien mayor por el valor que tiene en el mercado la esquina del Salón”.
A favor del progreso
Por último, los colegios profesionales y Aerca dejaron en claro que no están en contra del progreso y el desarrollo de nuevas infraestructuras deportivas, que reemplacen a las actuales.
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A lo que se oponen es al desprendimiento de los bienes del estado, y mucho más si no existe una licitación pública transparente para la construcción de los nuevos espacios.
Considera que, como en los casos anteriores, desde el Departamento Ejecutivo se estaría favoreciendo iniciativas privadas en detrimento del patrimonio público municipal.
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