En medio del interrumpible ingreso de clientes, Raúl Mainero y su sobrino Gerardo se detuvieron y contaron los motivos que llevó a la familia de pasteleros, tomar la triste decisión de cerrar las puertas de Roma después de 51 años de trabajo diario.
“La Roma”, como la conocen en la ciudad de Las Varillas y pueblos de la región, está a cargo de los hermanos Mainero, Raúl y Miguel, de 68 y 65 años respectivamente, desde el 1 de febrero de 1968 y este domingo 24, que será el último día que venderá las reconocidas tortas de hojaldre y elogiadas bombas de crema, entre tantos otros productos de repostería.
Llegaron a producir más de 200 tortas por fin de semana, contó Raúl a Villa María VIVO! Pastelería Roma se destacó por sus productos “no tan industrializados; todo es hecho a mano”. Las 26 variedades de masas finas, torta húngara y pasta frola, se encuentran entre sus listas de exquisiteses que, lamentablemente, dejarán de existir.
“Por el cansancio, son muchos años y muchas horas por día”, argumentaron sobre la decisión de cerrar el local que tomaron hace un año con fecha febrero 2019.
Dulces mensajes
En los últimos días, muchos vecinos de Las Varillas y clientes de todas partes que degustaron alguna vez un producto de “La Roma”, manifestaron su pesar a través de las redes sociales y llamados al local.
De exportación
Raúl y Gerardo contaron envíos realizados que hoy son anécdotas cargadas de orgullo. En reiteradas ocasiones sus tortas viajaron en avión, porque Argentinos viviendo en Estados Unidos, Canadá, Australia y España, pidieron a familiares que los visitaban que le lleven “por favor una torta de hojaldre de “La Roma”.
Otro envío, y en cantidad, despacharon hasta Buenos Aires cuando un hombre de aquella provincia probó un pastel llevado en mano por un ingeniero de Pauny, luego encargó 30 kilogramos de torta para la fiesta de 15 años de su hija. La especialidad de masa, dulce de leche y coco viajó en dos autos por más de 600 kilómetros.
Nostalgia
Hoy, la familia recuerda aquellos envíos entre sonrisas y un poco de nostalgia. “Nos deja un sacrificio enorme, han sido años de lucha, de trabajo, pasamos años duros”, dice Raúl mientras anota en un cuaderno los pedidos que vendrán a retirar, en las próximas 24 horas, aquellos que quieren guardar la dulzura y el sabor de la última producción.
Receta italiana
Los hermanos, que además tienen una hermana que es socia, aprendieron el oficio de su papá, luego de que una familia de pasteleros Italianos decida regresar a Europa y le venda la pastelería.
Las máquinas con las que trabajaron hasta el último día, fueron traídas de Italia en barco hace casi un siglo.
Durante todo un año escucharon ofertas de interesados en adquirir la llave del comercio, pero ninguna los convenció, “si no haces bien el producto, es difícil seguir vendiéndolo”. Por otro lado, los hijos de ambos tomaron otros rumbos.
La única esperanza de que una torta se asemeje a su tradicional producto, podría recaer sobre una de las cuatro empleadas que tiene un emprendimiento personal de pastelería.
Fotos: VillaMaríaVIVO!