Las Mojarras es un paraje ubicada a 12 km de Villa María y cuenta con dos manzanas que reúnen alrededor de 60 habitantes. Luego de reuniones con representantes del municipio local y legisladores, les propusieron a los vecinos sumar servicios y ser parte de Villa María.
La mayoría de los integrantes de la comuna se niega a constituirse como barrio de la ciudad y quiere “mantener el espíritu de pueblo”.
Les ofrecieron más servicios
Paola Pagani, una de las vecinas del paraje, comentó que el 28 de febrero se reunieron con el Jefe de Gabinete de la Municipalidad de Villa María, Héctor Muñoz, el concejal, Carlos de Falco, el legislador, José Escamilla y el juez de paz de Las Mojarras.
La vecina relató que durante la reunión les propusieron ofrecer servicios al pueblo como alumbrado público, cordón cuneta, arreglo de calles y brindar salud.
“Al día siguiente, Escamilla da una nota en la cual sale a la luz cual el real interés de ellos sobre nuestro paraje, la intención de hacer una red de cloaca a cielo abierto, un piso de suelo para viviendas sociales por lo que piensan ampliar el pueblo”, dijo Pagani.
Sergio Giordano, otro vecino, en diálogo con Canal 20, detalló que la propuesta nace del gobierno provincial, para que Las Mojarras no sea una comuna, sino que alguna localidad pueda hacerse cargo del pueblo.
“No queremos ser un barrio de Villa María”
“No queremos que Villa María nos tome como parte de la ciudad”, dicen los vecinos. El 22 de marzo juntaron firmas y presentaron una carta al municipio donde detallan que no quieren ser parte de Villa María sino poder nombrarse como comuna local.
O en caso contrario, pertenecer a localidades más pequeñas como Tio Pujio o Arroyo Algodón. “Queremos que nos den más tiempo y no queremos que decidan sobre nosotros”, aclaran.
Tranquilidad del pueblo
Sobre las razones de negarse a formar parte de Villa María, Pagani detalla que no necesitan mas servicios ni unirse a alguna localidad.
“Lo que más nos incomoda en el pueblo es la ruta, el tema de la velocidad y los árboles, otras cosas en el pueblo no necesitamos, es otro ritmo de vida, no nos gustaría tener que cambiarlo”, contó.
Además, agregó: “no nos gustaría que nos quiten esta tranquilidad y la urbanización lo va afectar y nos va a sumar costos por servicios que pueden tardar mucho tiempo en llegar”.