Según el último informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA), en los últimos años aumentó la proporción de ocupados dentro del sector micro informal. A finales de 2018, este sector reunía al 49,3% de trabajadores y trabajadoras.
Este nuevo sector de trabajo incluye actividades laborales autónomas no profesionales o llevadas a cabo en pequeñas unidades productivas que no tienen relación con el mercado formal. La mitad de los trabajadores y trabajadoras de este sector se consideran asalariados.
¿Qué pasa con las mujeres?
Dentro del sector micro informal, hay una mayor proporción de mujeres que en el sector privado formal. Es decir, que más mujeres realizan estas actividades autogestionadas e independientes.
De las mujeres que forman parte del sector, la mayoría realiza trabajo por cuenta propia y la otra parte presta servicios en hogares.
En Villa María, hay una variedad de emprendimientos y espacios autogestionados de trabajo liderados por mujeres. Es el caso de Amor Dulce y Veggie Comidas Saludables, dos formas independientes de trabajo gestadas por mujeres.
“Como las dos somos mamás, podemos manejar el tiempo”
Fernanda y Cecilia son mamas y producen alimentos veganos y vegetarianos. Ambas eligieron realizar actividades laborales autónomas para pasar más tiempo con sus hijos.
“Somos amigas y hemos cocinado anteriormente, como las dos somos mamas, podemos manejar mejor nuestros tiempos, Fer es mamá las 24:00 horas”, explicó Cecilia.
Además, agregó: “Es la mejor forma de seguir estando con nuestros hijos y de manejar nuestros horarios, surge no sólo porque nos gusta cocinar, sino por la necesidad del día a día, más viviendo la situación que se vive en la actualidad”.
Ambas adjudican la amistad y la maternidad como caminos que las llevaron a comenzar con este proyecto. Se organizan para elaborar los productos una vez a la semana.
“Hay muchos proyectos sostenidos por mujeres, no sólo cuándo de comida se trata, sino también de proyectos de salud y cosmética natural”, explicó Cecilia.
“No lo pensamos como un emprendimiento sino como respuesta a necesidad económica”
Sofía y Ana producen hace un año productos de pastelería. Contaron que, en un primer momento, el proyecto no surgió por elegir emprender sino como respuesta a una necesidad económica.
“Una de nosotras estaba sin empleo y necesitaba cubrir gastos, no lo pensamos como un emprendimiento sino como una respuesta a una necesidad económica”, explicaron.
Al ser estudiantes, ambas priorizaron la posibilidad de ser autónomas para poder manejar su tiempo. “El tiempo es algo que nos jugaba en contra, el hecho de conseguir un trabajo fijo y con horarios predeterminados y sumado al desempleo del país, nos jugaba en contra”, contaron.
Respecto a la preeminencia de mujeres en el ámbito, dijeron: “Las mujeres y la autogestión están ligados, la vimos como una opción y un trabajo independiente para que cada una pueda gestionarse”. Incluso señalaron que muchas mujeres que son madres también eligen esta forma de trabajo.
Redes y ferias
Ambos emprendimientos, aprovechan los espacios de las ferias locales para difundir lo que hacen. Dicen que “la publicidad del boca en boca” les ayuda mucho, junto con la difusión en redes sociales. “Siempre es bien recibido el proyecto por las mujeres, hay mucho apoyo, este es un proyecto más”, dijo Cecilia.
Foto: ilustrativa