El municipio puso en marcha el Dispositivo de Enfermedad Cerebral no Evolutiva.
Se trata de una iniciativa para mejorar la calidad de vida de niñas y niñas que cuentan con alta hospitalaria pero que deben recibir cuidados especiales producto de lesiones neurológicas de nacimiento.
Actualmente, son cuatro las familias de la ciudad que están contando con este dispositivo y con la asistencia profesional que supone. El proyecto, tal como explicó el director de la Asistencia Pública, Pedro Trecco, “surge por una necesidad humana de asistir a estos pacientes que nacen con un daño neurológico irreversible”.
Con un trabajo articulado con el Hospital Regional Pasteur, la iniciativa busca brindar a las familias ayuda científica y humanitaria, donde la interdisciplinariedad es la clave.
El objetivo “es asistir a estos bebés para que logren un mejor estándar de vida, para que puedan vivir el cariño de un hogar. Y simultáneamente que se asiste al bebé, se asiste a su familia”, precisó Trecco.
El trabajo se realiza con equipos profesionales interdisciplinarios, conformados por médicos clínicos, pediatras, psicólogos, kinesiólogos y terapistas ocupacionales. La articulación con el Hospital Pasteur permite las derivaciones para asistencia domiciliaria.