El propietario de un laboratorio fotográfico y un empleado que era contacto estrecho de un contagiado fueron imputados por la Justicia.
Se les aplicó el artículo 205 del código penal, que es el que se viene utilizando para todos los que violan la cuarentena o generan acciones que pueden hacer propagar la enfermedad.
La imputación de estas dos personas fue confirmada a Villa María VIVO por fuente judicial, y se supo también que fueron notificados el Municipio y el COE de esta situación.
Desde la fiscalía de segundo turno se realizó una constatación en un laboratorio fotográfico de calle San Martín, en el centro de Villa María, y allí se pudo verificar la presencia de un empleado que el día anterior había sido notificado que era un contacto estrecho de una persona contagiada, por lo que debía guardar cuarentena en un domicilio, en lugar de esta trabajando, según confiaron fuentes judiciales.
Ante esto, el fiscal René Bosio decidió imputar a este trabajador y al propietario del comercio, cuyas puertas fueron cerradas al público.
Al momento de asistir los agentes judiciales, en el lugar había otros cuatro empleados.
El caso había trascendido públicamente día atrás a partir de una publicación de El Diario, que luego fue contradicha por Pablo Grivel, propietario de la empresa.
La publicación del matutino daba cuenta de que supuestamente se había obligado a trabajadores a asistir al lugar, aún cuando se habían detectado cuatro casos positivos y otros eran contactos estrechos.
En su réplica, el empresario dijo que contaba con “autorización del COE” para abrir sus puertas al público y trabajar.
Se trata de un comercio de revelado de fotografía al que diariamente concurren numerosas personas de la ciudad y la región.