La temporada ya largó, la gente se vuelca masivamente al río y la costanera cada vez que el calor empuja a buscar dónde refrescarse.
Hasta el año pasado funcionaron varios paradores en algunos de los puntos de mayor concentración de público, que ofrecían comodidades, venta de bebidas y alimentos, y baños.
Entre lo que se llevó la crecida de febrero pasado y algunos cambios dispuestos, enero llegó sin que los paradores estuvieran a punto para la temporada.
A la altura de barrio Santa Ana se finalizó la construcción de la platea de base y se trabaja en la colocación de la estructura metálica armada, al tiempo que ya se realizaron las instalaciones sanitarias y de agua potable. Pero todavía falta trabajo y tiempo para su conclusión.
Este es recién el primer parador de una serie de espacios de similares características que se prevé construir a lo largo de la ribera del río Ctalamochita, cuya explotación estará a cargo de actores privados, “que serán seleccionados mediante llamados a licitaciones públicas”, se informó desde el municipio.
Estos tienen el propósito de brindar mejores servicios de las personas de Villa María y la región que se acercan diariamente a la costanera. Pero por ahora deben esperar.
Foto: Municipalidad de Villa María